- El retorno al diálogo ha sido el gran resultado de la cumbre celebrada el pasado miércoles en Ginebra entre los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Estados Unidos Joe Biden, coincidieron ayer expertos y altos cargos rusos. “Desde el comienzo advertimos contra expectativas elevadas sobre esta cumbre. Pero ahora podemos decir, basándonos en la valoración del propio presidente (Putin), que transcurrió con un signo ‘más’”, aseguró ayer el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

Agregó, además, que la cita de Ginebra fue una reunión “con resultados desde el punto de vista que los líderes tuvieron la oportunidad de plantear francamente sus posturas y de comprender, más o menos, dónde se puede interactuar y dónde en estos momentos esta interacción no es posible debido a discrepancias categóricas”.

Peskov destacó en particular la declaración conjunta de Putin y Biden sobre la capacidad de Rusia y EE.UU. de lograr progresos para “garantizar la predictibilidad en el ámbito estratégico, disminuir los riesgos de conflicto armados y la amenaza de una guerra nuclear”.

El presidente de la Duma del Estado o Cámara de Diputados, Viacheslav Volodin, señaló a su vez que “Rusia está abierta al diálogo, pero en pie de igualdad”, para añadir que la cumbre de Ginebra “demostró que solo ese enfoque puede ser fructífero”. “Los resultados de la cumbre han sido muy positivos, y debo decir que superaron mis expectativas”, señaló a Efe el académico Dmitri Súslov, del Centro de Estudios Internacionales y Europeos de Rusia, experto en relaciones ruso-estadounidenses.

La cumbre de Ginebra, argumentó, ha demostrado que “Rusia y Estados Unidos no quieren un empeoramiento de las relaciones ni una escalada de la confrontación”.

Aunque Rusia y EEUU siguen siendo adversarios y mantienen en ocasiones mantienen posturas diametralmente opuestas en asuntos como Ucrania, Bielorrusia Siria, la seguridad europea y mucho otros, “comienzan a entablar una cooperación selectiva o sectorial en una serie de ámbitos”, indicó el experto.

Moscú y Washigton -añadió- vuelven a tener una agenda, algo que hace seis meses no existía y que incluye la estabilidad estratégica y la ciberseguridad y, asimismo, han dado un paso hacia la normalización de sus relaciones diplomáticas. “Hoy las relaciones se sanean, y hoy el diálogo entre Rusia y Estados Unidos no se ve como algo inadmisible, como un delito, como un traición de los intereses nacionales”, apuntó. Súslov destacó la importancia no solo de que las partes hayan reanudado el diálogo, sino que hayan dado pasos importantes para impulsarlo.

Entre los resultados concretos de la cumbre, señaló el acuerdo de iniciar consultas sobre ciberseguridad y en particular determinados pasos en esa dirección, como la entrega a Rusia por la parte estadounidense de una lista de 16 áreas que no deben ser sometidas a ciberataques. “Si ambos países consiguen acordar una lista bilateral de tales aéreas será un avance muy importante y un aporte a la disminución de la amenaza de un conflicto bélico”, explicó

Por último, el experto destacó la decisión de devolver a sus respectivos puestos a los embajadores de ambos países. “Confiamos en que este será solo el primer paso hacia la normalización de las relaciones diplomáticas y consulares con Estados Unidos, son importantes no solo en sí mismas, sino también para los negocios y para los contactos entre las personas”, añadió.

Pese su valoración positiva de la cumbre, Súslov indicó que la reanudación del diálogo con Washington no significa que Estados Unidos vaya a aliviar el régimen de sanciones contra Rusia. “Lo único positivo respecto a las sanciones es que de momento no van a adquirir un nuevo nivel cualitativo, como por ejemplo la desconexión de Rusia del sistema de transferencias internacionales SWIFT o el bloqueo total a las relaciones económicas”, opinó.

Según el experto, Washington seguirá imponiendo sanciones como las que ha aplicado hasta ahora y, por tanto, “los resultados de la cumbre de Ginebra no se pueden interpretar como un paso hacia las mejora de las relaciones” entre ambos países. “No se puede hablar de una mejora de las relaciones, sino de su estabilización y de interacción en sectores donde les conviene a ambas partes”, resumió.

Por su parte, el Gobierno francés valoró ayer de forma positiva la cumbre mantenida en Ginebra y apuntó que abre la vía a un diálogo sobre la estabilidad estratégica entre ambos países. “La declaración conjunta de los presidentes estadounidense y ruso abre la vía a discusiones sobre la estabilidad estratégica y el control del armamento entre dos países, que poseen actualmente cerca del 90% de la reserva mundial de armas nucleares”, declaró un portavoz del Ministerio de Exteriores.

Para Francia, un diálogo con Rusia al respecto “es necesario en un contexto de desintegración progresiva de los instrumentos de control del armamento existente, tal y como lo constataron los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN en su cumbre de Bruselas del 14 de junio”.

El Ejecutivo galo expresó por ello su deseo de que se pueda entablar una “coordinación reforzada entre aliados, en particular en la OTAN, para definir la agenda y los parámetros del diálogo con Rusia sobre esos desafíos”. “Debe tener en cuenta también nuevas dimensiones que desempeñan un rol en la estabilidad estratégica, como las cuestiones de ciberseguridad. Deseamos que los europeos contribuyan activamente a esta reflexión que afecta a la seguridad y a la estabilidad de nuestro continente”, añadió el portavoz.

Congreso. Estados Unidos dio ayer un primer paso para limitar el poder de sus presidentes para usar la fuerza contra enemigos, una capacidad que constitucionalmente recae sobre el Congreso pero que se trasladó parcialmente a la Presidencia tras los ataques del 11 de septiembre de 2001. Con el apoyo de los dos partidos y del actual mandatario, Joe Biden, la Cámara de Representantes de EE.UU. anuló una legislación aprobada en 2002 para permitir el uso de la fuerza en Irak y que dio un mayor poder al presidente por ser el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. En concreto, esa legislación de 2002 autorizó a George W.Bush a tomar las acciones “necesarias” para defenderse ante la amenaza de Saddam Hussein.