pamplona. El hombre fuerte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, José Blanco, negó ayer los rumores que recorren con insistencia los mentideros del mundo de la política en Madrid. El ministro de Fomento aseguró rotundo no estar disponible para ser el relevo de su mentor en el Gabinete gubernamental de cara a las próximas elecciones generales, como se viene rumoreando en los últimos tiempos.

Blanco se ha ganado el privilegio de formar parte de ese círculo cada vez más restringido en el que Zapatero toma sus decisiones. Es el hombre de confianza del presidente español y quien mantiene a raya cualquier atisbo de rebelión en el seno del Partido Socialista, en el que comparten la responsabilidad del mando de la nave, uno -Zapatero- como secretario general, otro como vicesecretario general. Y, aunque hay quien viene apuntando a que será quien le sustituya como cabeza de lista y también como líder del PSOE, ayer el ministro de Fomento vino a negar la mayor. "En el partido, para que se pueda elegir a uno, hay que mostrar disponibilidad. Y para eso no estoy disponible", quiso zanjar la cuestión, tras haber intervenido previamente en el curso de economía organizado por la Universidad Menéndez Pelayo y la Asociación de Periodistas de Información Económica.

Blanco mostró así por qué forma parte del selecto sanedrín de Zapatero y por qué goza de su plena confianza, principalmente teniendo en cuenta que esto supone, a primera vista, una declaración de lealtad al líder socialista en un momento en el que éste está atravesando sus horas más bajas. En cualquier caso, lo que no aclaró fue si en la posible remodelación del Gabinete Zapatero él pasará a dirigir una vicepresidencia.

Reforma de la ley electoral Por el momento, parece que no entra dentro de las intenciones del hombre fuerte de Zapatero ser cabeza de cartel en unos comicios para los que, no obstante, tanto él como el Ejecutivo se están preparando ya. Dentro de esos preparativos se enmarcaría el planteamiento de reducir los gastos electorales en el periodo de precampaña y que la nueva Ley Electoral esté en vigor cuando haya que acudir a las urnas. En esa línea, José Blanco anunció que el Congreso ha creado una subcomisión para estudiar esa reforma, en la que los principales partidos están discutiendo "cómo regular el voto inmigrante", así como limitar los costes de las campañas electorales a quince días oficiales.