pamplona. El exdiputado navarro del PP Jaime Ignacio del Burgo justificó ayer el posible cobro de sobresueldos por parte de los responsables del partido dadas las funciones organizativas que desempeñaban. Aunque dijo no poder corroborar su existencia y tildó de "peyorativa" la expresión "sobresueldo", el exdirigente del PP y expresidente de la Diputación de Navarra aseguró que "una retribución dentro del PP a cargos de la dirección era perfectamente compatible con las retribuciones del Parlamento. Había personas dentro del PP que eran diputados y al mismo tiempo ejercían funciones de secretario de área que tenían una retribución dentro del partido, y era perfectamente compatible con las retribuciones del Parlamento, como cualquier otro diputado que tuviera otra actividad profesional, siempre que tuviera su reflejo contable, que es lo que tenía", expuso.

La versión que ayer dio por videoconferencia Del Burgo ante el juez Pablo Ruz, instructor del caso de los papeles de Bárcenas, coincide con la línea argumental que ha impuesto el PP, es decir, existían esos sobresueldos, pero no eran ilegales porque se declaraba el IRPF. Sin embargo la cuestión no es sólo esa (negada hasta ahora por la dirección popular), sino el origen del dinero con el que se pagaban esos sobresueldos. Al respecto, el exlíder del PPN, aunque sin quererlo, dio una pista clara de que esos fondos podrían tener un origen irregular: preguntado por qué no se entregaban todas las cantidades y préstamos concedidos por el PP a través de transferencias bancarias, Del Burgo reconoció que "podría ser lo más normal", pero había operaciones "muy reservadas" que justificaban los sobres. Un ejemplo sería el pago de 30.000 euros al exconsejero de Salud del Gobierno de Navarra, Calixto Ayesa, porque el partido tenía "mucho interés en que estuviese en el Gobierno por muchas razones que no voy a explicar".

contratos Sin embargo el discurso lineal es diferente y cree "manifiestamente imposible" que hubiera financiación irregular. Entiende que no es creíble que la dirección nacional del Partido Popular "haya condicionado en algún lugar la concesión de una obra pública o de alguna licencia para obtener una donación anónima". "Si me lo demuestran me llevaré el gran berrinche de mi vida, pero me lo tendrán que demostrar porque estoy absolutamente convencido de que eso es manifiestamente imposible", afirmaba rotundo el exdiputado popular. En concreto, lo que Del Burgo cree que le tendrán que "demostrar" es que el PP "haya recibido dinero en la gerencia nacional" y que "la dirección nacional del PP haya condicionado en algún lugar la concesión de una obra pública o de alguna licencia para obtener una donación anónima".

En este sentido, se preguntó si "todas las mesas de este país acaso son corruptas, si todos los que han recibido una obra pública han dado financiación ilegal y si han cometido delito de cohecho". "Entonces medio país estaría entre rejas", ha sostenido Del Burgo, para subrayar que eso es "bastante dudoso". Del Burgo de todas maneras no dio más argumentos que su propia convicción ni aportó al juez elementos objetivos que demuestren la falsedad de las tesis que se investigan.

apoyo a lapuerta En cualquier caso, el exmandatario del PPN, retirado ya de la política, lamentó el "linchamiento" al que se ha sometido al PP, por cuya "honestidad" dijo "romper una lanza", de forma que deseó que "esto se esclarezca cuanto antes. Si hay responsabilidades, que se asuman, y si hay que pedir perdón a la sociedad, que se pida".

El exparlamentario navarro subrayó en varias ocasiones su apoyo al extesorero del PP Álvaro Lapuerta, al que definió como "un hombre íntegro", y reconoció la "gran sorpresa" e "indignación" que le causó conocer que su sucesor, el exsenador Luis Bárcenas, era titular de una cuenta en Suiza, cuyo millonario montante cree que es "imposible" que procediera de las donaciones anónimas al PP.

"No se puede poner la mano en el fuego por nada ni por nadie", advertía, pero sí volvió a mostrarse "absolutamente convencido" de que es "imposible" que el PP o su dirección nacional haya recibido dinero o "acondicionado" la concesión de contratos para obtener una financiación irregular.

Además, recordó que en 1997 él y Álvaro Lapuerta trabajaron en una proposición de ley en la que se suprimían las donaciones anónimas, iniciativa que no salió adelante porque se opusieron "radicalmente" CiU y PNV, partidos nacionalistas con los que en aquel momento el PP tenía buenas relaciones parlamentarias.

Del Burgo añadió que precisamente CiU y PNV suman el 70% de los 100 millones de euros en donaciones anónimas recibidas por los partidos entre 1987 y 2007.