Bruselas - Federica Mogherini, Alta Representante de Exteriores de la UE, anunció la creación de una entidad legal que facilite las transacciones financieras con Irán. Sorteada la primera tanda de sanciones estadounidenses, las más potentes están por llegar. En noviembre entran en vigor las medidas restrictivas a las exportaciones de crudo iraní y el bloque comunitario busca a contrarreloj salvar sus intereses en el país de los ayatolás y mantener el acuerdo nuclear vivo.

Salvar el acuerdo nuclear iraní sigue siendo uno de los pulsos de la Unión Europea frente a Donald Trump. Pero no está siendo nada fácil, como ha reconocido en diversas ocasiones Mogherini. Desde que el inquilino de la Casa Blanca sacase a su país de este acuerdo multilateral en verano, el bloque comunitario busca fórmulas para evitar que las empresas europeas se marchen por miedo a las sanciones estadounidenses.

Las primeras medidas restrictivas de Estados Unidos entraron en vigor el 6 de agosto. La Unión reaccionó rápido y desempolvó el estatuto de bloqueo, un instrumento que hunde sus raíces en las sanciones de Estados Unidos a Cuba en 1996. Después, intentó que el Banco Europeo de Inversiones desembarcara en Irán, pero la institución lo rechazó por los riesgos que suponía tal hazaña. Ahora, la jefa de la diplomacia europea propone la creación de una entidad legal para facilitar las transacciones financieras entre la Unión y la República Islámica.

Facilitar el comercio con Irán La Alta Representante hizo el anuncio en los márgenes de la 73ª Asamblea General de la ONU apuntando que su objetivo es “proteger la libertad de los operadores económicos para desarrollar relaciones comerciales legales con Irán”. La italiana explicó que el instrumento facilitará las exportaciones e importaciones con Irán, incluidas las de crudo.

Mogherini todavía no ha desvelado ningún detalle de cómo funcionaría esta “entidad legal”, que de momento presenta más incógnitas que certezas: ¿Dónde tendrá su sede? ¿Llegará a tiempo para evitar las sanciones de noviembre? ¿Qué garantías existen? ¿Qué ocurre con los bancos nacionales? ¿Están todos los Estados miembros de acuerdo? “No tenemos detalles ni tiempos todavía”, apuntó ayer la Comisión Europea.

Sin embargo, estas iniciativas apenas persuaden a las compañías comunitarias. Muchas como Siemens o Peugeot se han ido y otras lo están estudiando: permanecer en suelo chií no recompensa las represalias estadounidenses. Aunque la Unión sea capaz de blindar a sus firmas en Teherán, estas podrían sufrir consecuencias en otros mercados. La economía y el poder iraní no pueden hacer sombra al gigante estadounidense.

La prueba de la verdad podría llegar el próximo 5 de noviembre, día en el que se pondrán en marcha las sanciones al petróleo, el mayor sustento en la debilitada economía iraní. France Press recoge que las exportaciones de crudo podrían caer un 70% en Irán. Entre mayo y agosto las exportaciones de petróleo iraní a Europa han caído un tercio y los analistas pronostican que esta tendencia podría dispararse a partir de noviembre.