pamplona - El precario estado de salud de Luis Miguel Ipiña Doña, conocido como Tontxu, determinó su puesta en libertad el pasado miércoles poco después de su detención en el aeropuerto de Barajas (Madrid). Esta es la explicación ofrecida ayer por la Fiscalía para clarificar la medida adoptada por el magistrado del Juzgado Central de Instrucción nº6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón.

El Ministerio Público también precisa que sobre Tontxu pesaba una orden europea de detención y entrega dictada en marzo de 2015 por la Audiencia Nacional. En un primer momento se informó de que se le imputaba por pertenencia a ETA, por su vinculación con algunos asesinatos cometidos a finales de los 70 y comienzos de los 80 del siglo pasado así como la tenencia de explosivos, pero ayer la Fiscalía precisó que esos delitos están prescritos desde hace años y por tanto no puede ser juzgado por ellos. Sin embargo, aclaró que la detención se debe a que está acusado de un posible delito de enaltecimiento del terrorismo por unos tuits escritos desde México entre 2010 y 2013.

Tontxu fue detenido a primera hora de la mañana del miércoles en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas cuando llegó en un vuelo procedente de Bogotá (Colombia). Intentaba entrar en el Estado español con pasaporte de México, país en el que residía desde 1980 y en el que se nacionalizó en 1987.

En concreto, fue identificado por la Policía en octubre de 1980 como integrante del comando Otxobi y se le imputó su participación en la colocación de artefactos explosivos en automóviles de miembros de las Fuerzas de Seguridad y empresarios, entre 1979 y 1980.

También participó en el asesinato del comandante del Ejército José María Herrera, el 2 de enero de 1979;y en el del coronel retirado Eugenio Sancíbar, el 20 de febrero de 1980.

Ipiña Doña, natural de Donostia y de 67 años, fue detenido por las autoridades mexicanas en mayo de 2011 y puesto a disposición de la SIEDO (Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada), aunque en octubre de 2012 quedó en libertad.

Los agentes policiales que le arrestaron le requisaron sus tarjetas de visita en las que se presentaba como “taxista y escritor”. Pretendía entrar en España con un pasaporte de México, donde se nacionalizó en 1987 y donde ha vivido en distintas ciudades. Tras tomarle declaración brevemente, el juez de la Audiencia Nacional y la propia Fiscalía decidieron ponerle en libertad con medidas cautelares -entre ellas la retirada del pasaporte- y obligación de comparecer periódicamente ante las autoridades judiciales. Posteriormente fue trasladado a un hospital a la vista de su estado de salud.

La Justicia mexicana investigaba a Ipiña por su presunta vinculación con Juan Carlos Rekarte Gutiérrez, otro etarra residente en México que fue detenido en 2010 y extraditado a España para ser juzgado por la Audiencia Nacional. En octubre de 2012, salió de la cárcel después de que un tribunal del país azteca declarara nulo el registro de su domicilio, donde fueron hallados un fusil y una pistola, ya que el entonces detenido no estaba presente en la inspección. - D.N.