Londres - Un 78% de los británicos se confiesa pesimista sobre la capacidad de la primera ministra, la conservadora Theresa May, de llegar a un buen acuerdo con la Unión Europea (UE) sobre el brexit, un 8% más que el mes pasado. Según una encuesta elaborada por la firma Ipsos MORI, tan solo un 19% de los encuestados confía en que la premier alcance un buen pacto con Bruselas, frente al 23% registrado en el mismo sondeo de septiembre. De los consultados que admitieron apoyar al Partido Conservador británico, casi dos tercios reconocieron que no se fían de la estrategia de May para la salida del país del bloque comunitario.

Por otra parte, un 43% opinaron que su calidad de vida empeorará después del brexit, lo que supone un 7% más de los encuestados en octubre de 2017.

En cuanto a intención de voto, los tories registraron un 39% de apoyo, los laboristas de Jeremy Corbyn un 37% y el Partido Liberal Demócrata un 10%.

El responsable de Política de la firma demoscópica, Gideon Skinner, manifestó que los resultados de la encuesta reflejan una “bajada de la satisfacción pública en torno a la primera ministra y su Gobierno” y un aumento del “pesimismo económico a medida que se intensifican las negociaciones del brexit”. Para elaborar el sondeo, Ipsos MORI entrevistó a 1.044 personas de más de 18 años en el Reino Unido entre el 19 y el 22 de octubre.

Theresa May, aseguró ayer en el Parlamento que su plan del brexit contempla que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) deje de tener jurisdicción en el Reino Unido. En la sesión semanal de preguntas a la jefa de Gobierno en la Cámara de los Comunes, el diputado tory Jacob Rees-Mogg, uno de los compañeros de partido de May críticos con su gestión, le pidió que desmienta que el TJUE será el “árbitro último” en la mayoría de conflictos legales internacionales que se deriven del brexit.

El tabloide The Sun reveló que un borrador de acuerdo entre Londres y Bruselas prevé que la corte comunitaria juzgue casos en áreas como los derechos de los ciudadanos comunitarios en el Reino Unido tras la salida británica de la Unión Europea. “Eso sería inconsistente con los compromisos previos que ha adquirido la primera ministra”, sostuvo Rees-Mogg en el Parlamento. “No he leído esas informaciones en particular, pero si dicen lo que usted está sugiriendo, son falsas”, respondió la jefa de Gobierno. “He sido muy clara en que el trabajo que estamos haciendo va en la dirección de que en el futuro el Tribunal de Justicia Europeo deje de tener jurisdicción en el Reino Unido”, agregó May.

La primera ministra afronta en los últimos días renovadas críticas por parte del sector más euroescéptico del Partido Conservador, descontento con su estrategia negociadora en Bruselas. - Efe