Pamplona - Entidades vinculadas a la derecha política han abierto las últimas semanas un debate en torno a la eficiencia del incremento presupuestario. Agentes como Institución Futuro o Civismo que abogan por una reducción del gasto público que implique también una menor carga fiscal, y que apuestan por subordinar el “gasto a corto plazo” (ayudas sociales) a la “inversión a futuro” (infraestructuras), lo que ha llevado a UPN y PP a argumentar que Navarra no ha aprovechado los años de crecimiento para prepararse para una futura crisis.

Y aunque eso es algo difícil de saber hasta que llegue ese hipotético escenario, al menos de momento los datos muestran una Navarra que no solo crece y reduce el paro, sino que lo hace además mejor que la media del Estado.

Lejos de suponer un freno, la inversión pública-social ha facilitado el crecimiento económico. Si a mediados de 2015 Navarra crecía al 2,8% interanual mientras que la media estatal lo hacía al 3,6%, los últimos datos muestran que la Comunidad Foral mejora su economía al 3,3%, frente al 2,5% el Estado. Algo en lo que influye la fuerza industrial y exportadora de la economía navarra, pero que también demuestra que las ayudas sociales no han lastrado ni el presupuesto ni el crecimiento.

Más bien al contrario. Según un estudio del Gobierno foral, todo el dinero invertido en renta garantizada retorna directamente a la economía Navarra. Los 82,9 millones destinados a tal fin en 2017 tuvieron un retorno de 83 millones, lo que se tradujo en 1.039 empleos y 13,89 millones de recaudación fiscal. El motivo es que los perceptores destinan a gasto toda la ayuda pública, lo que fomenta el consumo y dinamiza la economía más que otro tipo de medidas destinadas a las rentas con capacidad de ahorro. - I.F.