donostia - La asistencia cosechada por las manifestaciones del pasado sábado en Bilbao y Baiona, contabilizadas por la dinámica Orain Presoak en 85.000 asistentes, ejercerá de palanca para que la red ciudadana Sare solicite una entrevista con el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. El colectivo desea trasladar directamente al Gobierno de Pedro Sánchez que debe cumplir con lo estipulado en su legislación penitenciaria y, por consiguiente, debe terminar con “situaciones de excepción” como el alejamiento de los presos.

“El convocar simultáneamente la manifestación en Baiona y Bilbo no ha sido obstáculo para que ayer -por anteayer- las calles de Bilbo y Baiona se convirtieran en un clamor en favor del fin de la vulneración de derechos que sufren los presos vascos”, resaltó Sare en su valoración de las marchas, celebradas por primera vez a ambos lados de la muga. Su portavoz, Joseba Azkarraga, reiteró ayer la contundencia de las imágenes que dejaron las manifestaciones y emplazó al Gobierno español, “que está en su derecho en hablar con los partidos políticos y asociaciones que quiera”, que no cometa el “gran error” de ignorar “lo que ayer -por anteayer- se le exigió en las calles de Bilbo”. Por ello espera poder mantener un encuentro con los responsables del Ministerio de Interior, con Grande-Marlaska a la cabeza, la semana próxima. El propósito es “decirle de manera directa lo que venimos diciendo desde hace tiempo: que se muevan y cumplan su propia legislación, que termine de una vez el sufrimiento”.

Además de tratar de entablar un diálogo “directo” con Grande-Marlaska, cuyo ministerio tiene la llave en cuanto a la flexibilización de la legislación penitenciaria, Sare también tratará de hacer lo propio con el Estado francés, al que hasta la fecha se ha visto mucho más decidido que a Moncloa a la hora de activar los acercamientos de presos a las cárceles próximas a Euskadi. En principio, se reunirá próximamente con colectivos como Bake Bidea o los denominados Artesanos de la Paz, organizadores de la manifestación de Baiona. El propósito es “buscar fórmulas de trabajo conjunto con los compañeros de Iparralde” para de esa forma poder seguir ejerciendo cierta presión sobre París.

“Decenas y decenas de miles de personas abarrotaron las calles de Bilbo para exigir al Gobierno de Madrid que escuchen a la gran mayoría de la sociedad vasca, que quiere una paz justa, en la que podamos reconstruir la convivencia, sin olvidar, pero sin odiar”, incidió la valoración de Sare, que se reafirmó en continuar “ensanchando la pluralidad de quienes nos negamos a que en nuestro nombre se vulneren no solo los derechos de los presos, sino también sus propias leyes”. “Nadie nos dijo que este esfuerzo iba a ser sencillo”, puntualizaron. “Estamos preparados para continuar el trabajo porque queremos dejar a la generación que nos sigue una sociedad reconciliada y en paz”, concluyeron.