PAMPLONA - A Davalor Salud le hace falta poco menos que un milagro -preferiblemente en forma de alguien que venga a poner dinero encima de la mesa- para revertir la complicada situación en la que se encuentra. Es, a grandes rasgos, la idea que puede extraerse de la comparecencia, ayer en el Parlamento de Navarra, de Miguel Ángel Álvarez, administrador concursal de la disruptiva empresa navarra de tecnología aplicada a la salud que está siendo estudiada en comisión parlamentaria como parte de las actividades de la empresa pública Sodena, que trató de impulsar el proyecto -de alto valor añadido, generador de empleos de calidad y con label navarro- con 2,6 millones de euros en créditos que se sumaron a los casi 20 que el promotor de la empresa consiguió a base de pequeños inversores privados.

Álvarez desarrolló una comparecencia prudente. Planteó escenarios hipotéticos, no quiso ir más allá de sus competencias y advirtió que su trabajo comenzó en julio de 2018, por lo que de lo ocurrido antes prefirió no posicionarse con carácter general.

derecho de cobro Por eso fue cauteloso a la hora de responder si el Gobierno de Navarra reingresará los créditos que concedió a la firma a través de Sodena. Dejó claro que ya en 2015 el margen de la empresa para hacer frente a sus obligaciones a corto plazo era “negativo”, y que ahora la única garantía de derecho a cobro sería a través de la ejecución de las patentes de Davalor Consultoría que se hipotecaron para hacer frente a los impagos de Davalor Salud. “Sodena tiene garantizado su derecho de cobro con las patentes de Davalor Consultoría”, aclaró, para concretar que “esas patentes podrán ser ejecutadas por Sodena si su préstamo resulta incobrado”. Ocurre, sin embargo, que la prioridad en el cobro la tendrían, por este orden, los créditos contra la masa, aquellos de privilegio general -Seguridad Social, Hacienda y trabajadores-, los créditos ordinarios -como el de Sodena- y los subordinados. Consideró que la empresa, que “no vende”, necesita que alguien venga y ponga dinero. Y no un millón de euros, sino mucho más: lo suficiente para hacer frente a todos los acreedores. - D.N.

Está citado en el Parlamento. Una de las primeras personas que surgió como salvador de Davalor fue Roman Zeglov, un inversor letón representante del fondo Panorama Holding que estaba dispuesto a hacerse con parte de la empresa de tecnología navarra. La oferta iba y venía y la oposición nunca dio credibilidad a la noticia, hasta el punto de que llegaron a dudar de la misma existencia del inversor letón. Pero tanto UPN como el PP tendrán la oportunidad de estrecharle la mano y preguntar por su oferta el 27 de febrero, fecha en la que el Zeglov está convocado a la comisión de Davalor en el Parlamento de Navarra.