pamplona - El adelanto de las elecciones autonómicas valencianas al 28 de abril, el mismo día que las generales, ha enfrentado al president de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, con su socio de gobierno, Compromís, por boca de la vicepresidenta Mónica Oltra, quien le acusa de haberlo decidido sin unanimidad. Puig anunció ayer su decisión en una declaración institucional tras la convocatoria extraordinaria de un pleno del Consell en el que se puso de manifiesto el rechazo expreso de Compromís, y en la que argumentó el carácter histórico de la Comunitat Valenciana para hacer uso de la prerrogativa que le concede el Estatuto de Autonomía y ejercer su voto de calidad.

Puig adoptó esta decisión a pesar de la oposición de la mitad del Gobierno valenciano, los cinco consellers designados por Compromís, lo que provocó que no hubiera consenso por primera vez en casi cuatro años y tras 5.700 acuerdos. Los consellers de la formación valencianista abandonaron el pleno tras la votación en desacuerdo con el anticipo electoral.

En un discurso en el que combinó el valenciano y el castellano, Puig, que relató las medidas adoptadas por el Gobierno que ha presidido durante cuatro años y que ahora se cierra abruptamente, defendió el adelanto electoral como una oportunidad para “visibilizar” el problema valenciano en el debate nacional. Según manifestó, el “problema valenciano” no está solucionado: “En muchos aspectos continuamos siendo invisibles, por lo que hemos de buscar el lugar que hemos de ocupar en España”. “El Estatut me da la prerrogativa de acabar con eso y lo tenía que hacer”, zanjó Puig, quien reseñó que a partir de este momento “votaremos como actores de primera, como otras autonomías históricas”.

Poco después de la comparecencia de Puig, la vicepresidenta, visiblemente enfadada y arropada por los otro cuatro consellers de Compromís, argumentó que no veía justificada la decisión del president de adelantar las autonómicas porque no se dan las razones políticas ni parlamentarias para ello. Oltra incidió en que la potestad estatutaria que ha utilizado Puig “no singulariza las elecciones valencianas para el futuro” y dijo no entender qué ha cambiado desde la última vez que habló de este tema con el president, el pasado 15 de febrero, cuando Pedro Sánchez anunció el adelanto de las generales. Oltra mostró su total oposición a la convocatoria de autonómicas el 28-A y recordó que ese día acordó con Puig un mensaje común basado en que no se daban las razones políticas para adelantarlas porque habían aprobado el presupuesto y había estabilidad para sacar adelante proyectos legislativos y acabar la legislatura. La vicepresidenta negó sentirse “traicionada” por Puig, pero indicó que el informe jurídico sobre la legalidad de la actuación de Puig remitido ayer estaba sin firmar.

Para Compromís, un adelanto electoral debería estar justificado por una falta de apoyos parlamentarios o por la imposibilidad de aprobar unos presupuestos, como le sucedió a Pedro Sánchez. En el PSPV, que fían la victoria a una alta participación, admiten que el presidente está haciendo cálculos electorales pero rebaten que Compromís, también. Oltra parece considerar que, en caso de sumarse el 28 de abril comicios generales y autonómicos, no tiene posibilidades de conseguir su objetivo: ganar a Ximo Puig y ser presidenta. - D.N.