PAMPLONA - El proyecto de Ley de Participación Democrática consensuado entre el Gobierno y las fuerzas del cuatripartito, que además cuenta con el apoyo del PSN, tiene todos los visos de ser definitivamente aprobado en el último trámite parlamentario que será su votación en pleno. Esto después de que ayer se aprobasen en comisión parlamentaria 42 de un total de 63 enmiendas, presentadas en su gran mayoría por los grupos del cambio (Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Orain Bai e I-E) y por el PSN.

Entre ellas, dos de Geroa Bai, que fueron aprobadas, y que introducen a la infancia y la adolescencia en las líneas de su articulado. El objetivo, tal y como explicó la parlamentaria de este grupo, Virginia Alemán, es “formar a una ciudadanía crítica, que niñas y niños se interesen por los asuntos de interés público y hacerles protagonistas de una participación responsable” en asuntos que les competen como por ejemplo “el parque de su barrio”. Todos los grupos votaron a favor de esta enmienda, que cumple con las recomendaciones de UNICEF, excepto PPN y UPN, grupo éste que banalizó la inclusión de los menores en los procesos participativos. Su parlamentario Carlos García Adanero opinó que si preguntamos a los niños tendremos que “cerrar todos los colegios y abrir más centros de ocio”.

Otras enmiendas aprobadas introducen novedades como la de que el Gobierno y las corporaciones locales estén obligados a llevar a cabo al menos un proceso participativo básico en cada trámite presupuestario. Y también que se garanticen los derechos en el uso de las lenguas de acuerdo a la legislación. Una ley que según todos los grupos parlamentarios, excepto los de la derecha, respeta el marco competencial y no sobrepasa los límites constitucionales. De hecho, el resultado de las consultas a la ciudadanía no será vinculante jurídicamente y se limita a cuestiones que afectan a la Comunidad Foral.

objetivos La norma pretende profundizar en el derecho de la ciudadanía navarra a participar en la toma de decisiones, promoviendo para ello cauces que garanticen una participación real y efectiva en el diseño y evaluación de las políticas públicas. El proyecto de ley aumenta también las herramientas ciudadanas para ejercer control al propio gobierno y poder así influir en las políticas públicas.

Para ello se contemplan tres nuevos cauces participativos: los procesos deliberativos, los presupuestos participativos y las consultas ciudadanas, que se suman a cauces como los foros de consulta y paneles y jurados ciudadanos. Y también se reconoce a la ciudadanía la posibilidad de promover iniciativas legislativas, impulsar mociones o comisiones de investigación a través del Parlamento Abierto, si bien, este punto necesita de una modificación del reglamento de la Cámara que Orain Bai frustró el pasado mes de febrero. Un aspecto importante para la efectividad completa de la ley que todavía podría solventarse. De hecho, según ha podido confirmar este diario, Orain Bai y EH Bildu han registrado otra propuesta de modificación del Reglamento de la Cámara que flexibiliza el número de firmas necesarias para poder implementar propuestas. - Z.G.