pamplona - Los Mossos niegan que hicieran labores de seguimiento o vigilancia a la Policía o la Guardia Civil, tal y como les acusaron ayer mandos de los agentes estatales. El jefe de Información de la Policía catalana el 1-O, Manuel Castellví, que estuvo al frente de la comisaría general de Información, subrayó que “nunca se dio esa orden ni me consta que se hiciera”. El comisario, ya en segunda actividad, explicó que los Mossos tenían la “obligación” de trasladar “aquellas novedades” que se daban en los puntos de votación donde estaban presentes. “Si aparecía un vehículo de la Guardia Civil o del Cuerpo Nacional de Policía, en la misma medida que si apareciera una ambulancia, era informado el CECOR (Centro de Coordinación Operativa), como se hace siempre”, dijo. “Guardia Civil y Policía tenían que actuar a instancias de los Mossos”, concretó Castellví, para quien “dialogar y mediar en primera instancia” era la consigna a la hora de personarse en los colegios.

El comisario ratificó el contenido de un informe, que preveía “una escalada de violencia” que se comunicó al Govern pero que las llamadas que se hicieron antes de aquella jornada por parte de las entidades y la ciudadanía para ir a las escuelas “era de resistencia pacífica” y en “un clima de no violencia”. Sin embargo, la coordinación entre los tres cuerpos (Policía, Guardia Civil y Mossos) para impedir el referéndum no funcionó debido, según los agentes estatales, a la resistencia de los jefes de los Mossos a recibir órdenes y ayuda externa.

Sebastián Trapote, responsable de la Policía Nacional el 1-O, y el teniente general, Ángel Gozalo, máximo responsable de la Guardia Civil, señalaron al major Josep Lluís Trapero, y acusaron a la Policía catalana por un comportamiento donde les “entorpecieron y espiaron”. Activistas violentos, trabas de mossos y resistencia brutal, así se resume el relato de los responsables pociales ante el tribunal. No obstante, ambos mandos se contradijeron cuando han sido preguntados sobre si creían que había una organización detrás de los actos de resistencia pasiva previos a las agresiones en los colegios. “Tampoco hace falta un máster”, dijo Gozalo, que también rechazó al término “escudos humanos” cuando Vox le preguntó por esta expresión repetida por las acusaciones. “Eran gente que armónicamente y conjuntamente se unían los brazos, no escudos”. - D.N.