Praga - La segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Eslovaquia, disputada entre la ecologista Zuzana Caputova y el vicecomisario de la Unión Europea (UE), Maros Sefcovic, transcurrió ayer con normalidad y “tranquilidad”, declaró el presidente de la Comisión Electoral Estatal, Eduard Bárány, a la emisora de televisión TA3 a última hora de la tarde. También la ministra de Interior, Denisa Sakova, confirmó que los comicios tienen lugar “sin problemas” en todo el país.

Unos 4,5 millones de eslovacos estaban convocados a las urnas para elegir, por primera vez, si una mujer debe estar al frente de Eslovaquia. Se trata de la quinta vez en la historia de esta nación centroeuropea en la que los eslovacos votaban al que querían que fuera jefe del Estado, así como por primera vez desde la mayor ola de protestas ciudadanas que sacudió a su sociedad, hace poco más de un año, en reacción al asesinato del periodista Jan Kuciak.

El reportero estaba a punto de publicar una investigación, que se conoció poco después del crimen y que vinculaba a políticos con la mafia, y la presión social obligó a dimitir al entonces primer ministro, el socialdemócrata Robert Fico.

Los sondeos publicados en los últimos días vaticinaron una victoria de Caputova, abogada de 45 años sin experiencia política que obtuvo más del 40% de los votos en la primera vuelta, sucediendo de este modo a Andrej Kiska, el presidente saliente, que subrayó que el jefe de Estado “tiene que tener un fuerte mandato”.

campaña contra la corrupción Su campaña electoral ha estado protagonizada por un discurso anticorrupción, liberal y encaminado a un mayor acercamiento con la Unión Europea, donde el país es miembro desde 2004. “Eslovaquia se está despertando. Está mostrando una gran voluntad de cambio y esperanza que se reflejará en esta y las siguientes elecciones”, aseguró Caputova en el último debate televisado de esta semana.

Por su parte, su rival, el independiente Sefcovic, recibió en su campaña el apoyo del gobernante partido socialdemócrata Smer, lo que resultó ser un factor negativo para el diplomático, que solo consiguió un 18% en la primera vuelta, ya que, a ojos de muchos eslovacos, el Smer urdió una red de control que abarcaría la fiscalía, los jueces y la policía, mermando de este modo la confianza en el sistema. - Efe/E.P.