pamplona - Artífice del final de ETA e impulsor de la educación pública, la muerte del histórico dirigente socialista Alfredo Pérez Rubalcaba tiñó de luto el primer día de campaña para las elecciones del 26-M, en el que todos los partidos de ámbito nacional, salvo Vox, suspendieron los actos programados. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, fue el primero en modificar su agenda, al anular el viaje que tenía previsto a Barcelona, antes incluso de que falleciera el que consideró como un hombre de Estado que dedicó toda su vida a “servir a su país”.

Para rendir homenaje al que fue vicepresidente del Gobierno y secretario general socialista, el PSOE también canceló su agenda de campaña de mañana, sábado, por la pérdida de una figura “que lo fue todo en el PSOE y en los ejecutivos socialistas”. En la sede de Ferraz, el PSOE abrió un libro de condolencias. El primero en escribir fue el secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos, quien destacó la “huella imborrable en beneficio de España” que ha dejado Rubalcaba y se comprometió, en nombre del partido, a “guardar su memoria como se merece. Hoy los socialistas te lloramos”, escribió antes de abandonar la sede del partido, junto a otros miembros de la ejecutiva socialista, para dirigirse al Congreso, donde quedó instalada la capilla ardiente por el político, fallecido a los 67 años a causa del ictus que sufrió hace tres días.

“Hay vida después de la muerte administrativa. Vivo mejor, duermo mejor y gano menos, pero la vida, en general, es mejor”. Hace unos meses, en una de sus últimas entrevistas, Rubalcaba (Solares, Cantabria) se confesaba encantado por la nueva vida que comenzó para él cuando dejó la política. No le ha durado ni cinco años. Su esposa, Pilar Goya, una mujer de la que era inseparable, se lo encontró desorientado este miércoles en su domicilio. Fue ingresado en el hospital de Majadahonda, pero no pudo superar el infarto cerebral.

Desde el PP hasta Podemos, pasando por la Casa Real, no cesaron los mensajes de afecto para el político que con mucha sorna acuñó la frase: “En España enterramos muy bien”. Con Rubalcaba se va una forma de hacer política y un PSOE histórico o clásico, con raíces que se remontan a la Transición, acostumbrado a operar en el bipartidismo. Hombre de Estado, socialista comprometido, inteligente, tenaz y figura clave para entender la historia reciente de España, son algunos de los calificativos utilizados por políticos de todo el arco parlamentario para definir a una figura reconocida asimismo por desempeñar un papel fundamental para acabar con el terrorismo de ETA. Tampoco escatimaron elogios los que tuvieron que enfrentarle desde la oposición, como el jefe del Gobierno y exlíder de los populares Mariano Rajoy, quien declaró que fue “un gran adversario, que dio altura al debate público”.

PNV y ERC El nacionalismo vasco y catalán también ensalzó la figura del exvicepresidente socialista. Gabriel Rufián, líder de ERC en el Congreso, lamentó la pérdida de “uno de los políticos con más talento de una de las generaciones más talentosas de la historia de la política española”. El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, incidió en que “si a alguien le corría la política por las venas, ese era Rubalcaba. Infatigable, culto, cercano, una época de la política española no se puede entender sin su trayectoria”, ensalzó.

La presidenta del Congreso en funciones, Ana Pastor, ensalzó la labor de Rubalcaba, de quien destacó que “fue siempre un servido fiel al Estado” con “enorme vocación por la política”. Allí, en la Cámara Baja, de la que Pérez Rubalcaba fue miembro durante más de dos décadas, quedó instalada la capilla ardiente hasta pasadas las diez de la noche, las largas colas obligaron a retrasar el cierre, y hoy hasta las dos de la tarde. - D.N.