Pamplona - Como una hoja de ruta hacia el futuro, la Estrategia de Especialización Inteligente de Navarra (S3) define aquellos sectores señalados como prioritarios y que deben sujetar a la economía navarra en 2030: la automoción-mecatrónica, la cadena alimenticia, la salud, las energías renovables, el turismo integral, y las industrias creativas y digitales.

El plan identifica asimismo cinco factores de competitividad (desarrollo empresarial, I+D, infraestructuras, educación y administración pública-fiscalidad) y establece 24 retos y 102 acciones. A punto de cumplir tres años, el Gobierno entiende que la evolución es positiva, sobre todo en lo que se refriere al mejora de la tasa de riesgo de pobreza desde 2015 y el desempleo de larga duración desde 2016. “Los datos reflejan que el número de parados que llevan en desempleo 2 o más años ha pasado del 5,1% en 2015 al 3,1 en 2018”, señalaban.

En estos factores, la evolución es en general positiva, cree el Gobierno, con crecimientos en el número de empresas de más de 50 trabajadores de 403 a 482 en tres años, e incrementos tanto en las tasas de productividad como de empleo.

Con una ventaja fiscal competitiva que se mantiene pese a la reforma, Navarra ha dado pasos asimismo en infraestructuras, a pesar de la paralización desde Madrid del TAV a Navarra. La apertura de los vuelos a Fráncfort, convertidos en diarios desde esta misma primavera, han conectado a Navarra a uno de los grandes hubs mundiales. - D.N.