pamplona - ¿Qué vibraciones tiene para este domingo?

-Buenísimas. En los actos de campaña que celebramos en los barrios, como los de estos días en la Txantrea, Rochapea, Donibane o Milagrosa, vemos a la gente entregada, convencida de que hay que darlo todo.

¿Más que hace 4 años?

-Sí. En 2015 la gente estaba soñando con algo que nunca se había conseguido, con algo que era etéreo, pero ahora es algo tangible y la gente sabe lo que ha costado. Hay un trabajo que merece la pena defender. En estos 4 años se han hecho muchas cosas y muy importantes, que se pondrían en riesgo con un gobierno de la derecha que entraría a saco, como un toro en una cacharrería.

El candidato de Navarra Suma ya ha adelantado sus intenciones con respecto a algunos proyectos.

-Enrique Maya no habla de sus propuestas. Lo único que dice es que va a deshacer, que va a revertir y que va a destruir y a romper, hablando de Pío XII. La gente sabe lo que está en juego y lo que supondría un cambio en el gobierno municipal.

Las encuestas pronostican una subida de su formación, que podría pasar de 5 a 7 concejales, pero la mayoría para reeditar la Alcaldía sigue sin estar clara.

-Siempre se dice que las encuestas hay que meterlas en una coctelera, agitarlas muchísimo y tomar lo que sale sólo como una tendencia. Todas tienen una intencionalidad, eso está claro, pero lo que vienen a decir es que el resultado va a estar en un puño, que hay pocas diferencias y que hay una mayoría social claramente de izquierdas en esta ciudad. También dicen las encuestas que EH Bildu es el referente en el Ayuntamiento de Pamplona. No es de extrañar porque hemos ocupado el carril central del cambio y la columna vertebral durante estos 4 años. Creo que EH Bildu es la única opción real de lograr una Alcaldía de izquierdas, lo que no significa que sea la única alternativa a Enrique Maya. Pero de izquierdas, no hay otra.

En 2015 superaron por muy poco a Geroa Bai. ¿Espera aumentar ahora esa diferencia?

-Hay muchos sectores del electorado que se encuentran en el límite entre las dos formaciones, que en un momento dado pueden decantarse por una u otra. Si algo hemos demostrado en estos 4 años es que somos gente solvente, de fiar y que hemos estado con el cambio desde el primer día hasta el último. Pero sobre todo aspiro a que mucha gente que en 2015 no apostó por las fuerzas del cambio sí lo hagan ahora, y desde luego por EH Bildu.

¿Es lo que ha venido en calificar como voto eficaz?

-El término voto útil está muy manido y estoy convencido de que EH Bildu es la herramienta del cambio más eficaz que ha surgido en esta tierra.

¿El fraccionamiento de la izquierda puede ser el factor decisivo que decante la balanza electoral hacia el candidato de la derecha?

-Espero que no. Resulta inexplicable. No me gusta meterme en la cocina de los demás, pero pienso que la variedad de siglas y la oferta electoral que se plantea desde la izquierda no nacionalista no tiene ningún sentido. Creo que las diferencias entre las 3 formaciones se reducen al plano personal y van a luchar por un mismo electorado. Es una irresponsabilidad.

Algunas encuestas señalan que su continuidad peligra precisamente por este fraccionamiento del voto de la izquierda, porque no superen el mínimo del 5%.

-Claro. Hay encuestas que dicen que puede haber hasta un 11% de los votos cuya representación está en peligro. Resulta inexplicable.

Y enfrente van a tener por primera vez a una coalición de partidos de la derecha.

-Es el caso contrario. No sólo es que sean tres formaciones muy diferentes entre sí, es que además se han llevado siempre fatal. Pero no les ha importado renunciar a todo. UPN incluso renunció a sus siglas, algo inédito en Navarra, para unirse con la derecha corrupta y con la derecha que pretende suprimir los derechos históricos de Navarra. Es terrible.

¿Qué opciones reales ve de llegar a un acuerdo con el PSN si sus votos fueran decisivos?

-Siendo realistas, pocas o ninguna. La propia candidata Maite Esporrín lo ha dicho y se ha puesto a poner líneas rojas por todas partes: con EH Bildu, con el populismo o con el nacionalismo. No se da cuenta de que con tanta línea roja al final se ha quedado como una fuerza aislada en el arco municipal. No sé con quién cree que va a llegar a acuerdos.

¿Descarta por tanto un gobierno de progreso con los socialistas?

-Si en algo ha sido constante el PSN ha sido en defraudar. Cada vez que han tenido opciones de facilitar un gobierno de cambio ha terminado por gobernar la derecha. Soy muy consciente de que si el PSN hubiera obtenido un solo concejal más en 2015 el alcalde de estos últimos 4 años en Pamplona se habría llamado Enrique Maya Miranda. Por acción u omisión, siempre terminan facilitando el gobierno a la derecha. Lo más perverso de todo esto es que el PSN hace campañas de izquierdas para captar votos de izquierdas para luego facilitar la llegada de los gobiernos de la derecha.

¿No se cree el giro a la izquierda del que hablan los socialistas en esta campaña?

-No. El escenario más nefasto que podríamos tener en el Ayuntamiento de Pamplona es el de un PSN fuerte, al que evidentemente no le van a dar los votos para gobernar, y que su candidata se vote a sí misma, porque así seguro que saldrá la lista más votada, la de la derecha. Ya ha ocurrido esto en Pamplona, por lo que resulta de suma importancia que ningún voto favorable al cambio se vaya al PSN. Hoy en día no es un agente del cambio.

Los socialistas han dicho que no le votarán en ningún caso, ¿pero EH Bildu estaría dispuesto a votar a Esporrín para evitar que la derecha recupere el gobierno municipal?

-El PSN ya ha marcado sus propias líneas rojas y ha marcado una línea roja con EH Bildu. Si está soñando que con 3 concejales EH Bildu le va a dar sus votos para reeditar el régimen ya le decimos muy claro que no. Nosotros solo tenemos una línea roja y es no reeditar el régimen que tanto daño le ha hecho a Pamplona y a Navarra.

Y si Asiron fuera el obstáculo, ¿podría dar EH Bildu dar sus votos a Itziar Gómez, la candidata de Geroa Bai, si fuera necesario en ese mismo supuesto?

-Por supuesto, siempre teniendo en cuenta que nosotros no vamos a facilitar la vuelta del régimen a Pamplona. A partir de ahí lo de menos es la persona que ocupe la Alcaldía. Yo estaría dispuesto a marcharme a mi casa al día siguiente y que alguien ocupara la Alcaldía si así evitamos el regreso a la Alcaldía de UPN.

¿Se ha planteado la posibilidad de no repetir como alcalde según sean los resultados del domingo?

-Siempre le das vueltas a todas las posibilidades. Estoy persuadido de que voy a repetir, pero hay que estar preparado para todas las eventualidades.

¿También para la de ser el jefe de la oposición durante los próximos 4 años?

-Para todo.

Siguen hablando de las siete plagas bíblicas en el caso de que conserve la Alcaldía.

-Todo el escenario que habían montado diciendo que no había nada detrás de UPN y PSN, de esa falsa alternancia, nosotros hemos demostrado que era falso. Sí hay otra forma de gobernar, más justa y honrada. Hemos mejorado los datos económicos del Ayuntamiento, los datos sobre limpieza, de las calles y de las zonas verdes. Hemos aumentado un 37% las partidas sociales, hemos puesto 153 viviendas a disposición de las personas con más necesidades, hemos dotado al Ayuntamiento de un convenio y se ha mejorado el clima interno de la Policía Municipal.

¿Cómo se nota que está en campaña?

-A veces se nos olvida lo que nos encontramos hace 4 años cuando llegamos al gobierno municipal, pero de lo que me siento muy orgulloso, de verdad, es que percibo una ciudad sin crispación. También creo que los sectores ideológicos están más tranquilos, que la gente está más relajada. Por la calle me paran personas para decirme que nunca me votarán pero reconocen que las cosas se han hecho de forma cabal. Cuando uno trabaja con el objetivo de mejorar la convivencia la gente lo percibe.

¿Hizo autocrítica tras la ruptura del cuatripartito?

-Siempre hay que hacer autocrítica. Fue una ruptura traumática, dura, que abrió una brecha que todavía está sin cerrar en sectores de Aranzadi, pero fue necesaria. Lo único que hice fue desposeerles de unas concejalías delegadas. Podían haber seguido en la Junta de Gobierno como hizo Geroa Bai durante dos años antes de que asumieran áreas municipales, pero no quisieron.

¿Le puede pasar factura?

-Ya nos ha pasado factura. De cara al futuro no lo sé. Todas las fuerzas del cambio han dicho en campaña que hay que reeditar el cuatripartito o el acuerdo a cuatro. Es que no hay otra manera, estamos condenados a entendernos.

¿Habría que buscar nuevas fórmulas si es posible reeditar el gobierno del cambio?

-Seguro que hay cosas que se pueden mejorar en la manera de funcionar, siempre que aceptemos unos mínimos que tiene que cumplir todo el mundo como el respeto a las decisiones mayoritarias. No puede ser que alguien intente buscar la mayoría que no tiene dentro del gobierno municipal con la oposición. Es como si el ministro de Defensa de Pedro Sánchez no está de acuerdo con el presupuesto asignado y pacta con el PP. No tiene lógica.

Con I-E pudieron recomponer los acuerdos y sacar adelante las 3 modificaciones presupuestarias, pero no con Aranzadi. ¿Podría condicionarle esto en el futuro?

-No han superado ese momento de crisis, al que por cierto llegaron por su nerviosismo electoral, porque se encontraban incómodos. Consciente o inconscientemente provocaron una situación de no retorno y todavía les veo ahí anclados. A lo mejor con otras personas la relación puede ser más fácil, no lo sé, lo que sí sé es que el sector ideológico que apoyó y aupó a Aranzadi sigue siendo necesario para el cambio.

¿Logrará Vox representación en Pamplona?

-Estarán cerca, pero lo que consiga será en detrimento de Navarra Suma. Al final es lo mismo.

¿La presencia de los ultras ha podido condicionar la campaña?

-Poco. En las estatales creo que estuvieron más presentes. Lo que percibo es que la presencia de Vox a radicalizado y españolizado el discurso de la derecha.

El candidato de Navarra Suma ha mencionado durante la campaña los crímenes de ETA en su crítica hacia la gestión de estos 4 años. ¿Le duele sabiendo cuál ha sido su posicionamiento al respecto?

-No me duele. Pone de manifiesto su falta de argumentos y me sorprende que sigan considerando al electorado como menores de edad. En un debate puedo decir en el minuto 14 mi postura de rechazo a la violencia, que no viene de ahora, que forma parte de una trayectoria personal que conocen, y en el minuto 15 Maya vuelve a la carga con el mismo tema de las condenas y ETA. Eso es tratar a la gente de ignorante.

¿Cómo lleva la campaña?

-Está siendo un poco más intensa que en 2015. Entonces tuve que compaginarla con mi trabajo y ahora debo hacerlo con mis responsabilidades en la Alcaldía, cuestiones de la maquinaria municipal que tienen que seguir funcionando.

Se han comprometido a impulsar el parking y polideportivo en Santo Domingo. Suena a promesa electoral de difícil cumplimiento dadas las restricciones presupuestarias.

-No va a ser fácil, pero es factible. Nos ha faltado un poco de tiempo en esta legislatura para poner en marcha el proyecto. Es una infraestructura necesaria para el Casco Viejo, por lo que supone de dotar al barrio de un polideportivo que no tiene y por la posibilidad de albergar un aparcamiento vecinal. De paso, nos permitiría rehabilitar el espacio de las huertas, que da pena cómo está ahora, creando una doble plaza y recuperando el frente de la muralla.