Pamplona - Iba a ser uno de los grandes logros de la legislatura. El presidente Pedro Sánchez y la presidenta Uxue Barkos acordaron en octubre del pasado año que el Estado devolvería a Navarra la competencia histórica de Tráfico y Seguridad Vial que perdió en 1962 a manos del franquismo. El trámite oficial debía concretarse antes del final de la legislatura, de forma que el Gobierno foral pudiera asumir de forma paulatina la gestión en exclusiva de todo el servicio a lo largo de los próximos años.

Pero no se ha concretado. En parte por el adelanto electoral en Madrid, que ha ralentizado todas las gestiones de un proceso que requiere la implicación de los ministerios de Hacienda, Interior y Administraciones Públicas. Y en parte también porque nunca pareció haber excesivo interés en el Gobierno central por culminar los trámites. La medida cuenta con una oposición interna importante, sobre todo en algunos sectores de Interior, y podía tener algún coste electoral para el PSOE en el resto del Estado en un momento en el que las derechas amenazaban el Gobierno central con un discurso abiertamente centralista.

17 años sin transferencias Todo, en cualquier caso, queda preparado para la próxima legislatura. Con Sánchez en el Gobierno central el trámite no debería tardar, según se han vuelvo a comprometer los dirigentes socialistas. El Ejecutivo foral, según ha avanzado la consejera María José Beaumont, tiene ya todo preparado para asumir una gestión que va de la mano del plan director de la Policía Foral, que aspira a hacer del cuerpo autonómico una policía integral. En el nuevo escenario, será Navarra quien ingrese el dinero de las multas, que en 2016 ascendieron a 12 millones. Cantidad que podría revertir en la mejora de las carreteras, que en los últimos años han visto empeorada su situación por la falta de financiación para su mantenimiento.

En la actual legislatura, justo al final, Navarra también ha recuperado el equipo de rescate de emergencias de bomberos. Una competencia que tiene reconocida pero que ya no ejercía y que estaba en manos del GREIM de la Guardia Civil.

Es todo lo que ha podido avanzar el Gobierno de Navarra en el ámbito de ampliación del autogobierno, en el que pese a sus intentos ha chocado generalmente con el Gobierno central, reacio a ceder nuevas competencias. No obstante, el trabajo de esta legislatura también ha sentado las bases para asumir la sanidad penitenciaria. Si hay buena voluntad, y entendimiento, entre los nuevos gobiernos, es posible que se lleve a cabo en los próximos meses.

Sería, junto con Tráfico, la primera transferencia competencial en 17 años. Tras una primera fase de ampliación del autogobierno a partir de 1982, Navarra apenas ha ampliado su capacidad competencial, pese a que está reconocida en la Lorafna. Entre ellas algunas de especial importancia como el régimen económico de la Seguridad Social, la política penitenciaria, el servicio meteorológico, el aeropuerto, o la política laboral, parcialmente reconocida. - I.F.