pamplona - La campaña electoral más larga y atípica de los últimos años, planteada por casi todos los partidos como un partido de vuelta o una segunda oportunidad después de las generales de abril, tocó ayer a su fin, con los líderes políticos haciendo un último llamamiento al voto de los ciudadanos.

Lo que se dirime mañana domingo, al menos a nivel del Estado, es la consolidación de la hegemonía socialista, justo un año después de que la sentencia de la Gürtel dinamitara al Partido Popular y abriera un cambio de ciclo en el que Unidas Podemos aspira a ejercer de escudero de Pedro Sánchez con derecho de asistencia a los Consejos de Ministros.

El presidente, por su parte, sigue surfeando la cresta de la ola sin hacer mucho ruido y reforzando su imagen institucional, mientras la derecha sigue descompuesta y revolcándose a merced de las corrientes un mes después del 28-A.

Ciudadanos pretende superar al PP y situarse como la gran fuerza del centro derecha, mientras que Podemos y sus diferentes marcas buscan también mantener los llamados ayuntamientos del cambio o hacerse con gobiernos autonómicos mediante pactos de las fuerzas de izquierda.

Vox, mientras tanto, pierde fuelle tras un asalto al Congreso que, de no haber sido por sus propias e hipertrofiadas expectativas, se podría haber interpretado como un éxito rotundo. Los toros, las pistolas y el aborto han desaparecido del debate y la pugna de la derecha se ha desplazado al centro, lo que deja fuera de juego a los de Abascal.

Tampoco el PP parece encontrar su sitio. Apenas han tenido tiempo para asimilar el palo de las generales, y su campaña ha sido de perfil de bajo, ocultando sus siglas y barruntando ya cuál será el destino de Pablo Casado en función de cuántos ayuntamientos y comunidades autónomas pasen de Génova a Ferraz.

La de Madrid, en ese sentido, va a ser la madre de todas las batallas, y por ello todos los partidos estatales salvo Unidas Podemos, cerraron ayer su campaña en la comunidad de las siete estrellas.

El presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ante unas 3.500 personas en Madrid cerró la campaña de las municipales, autonómicas y europeas apelando a la responsabilidad de los madrileños para acabar con más de treinta años de corrupción en esta Comunidad. “El próximo 26 de mayo tenemos la oportunidad y, yo diría más aún, la responsabilidad, de acabar con más de treinta años de corrupción en la Comunidad de Madrid”, reclamó.

Horas antes, en Valladolid, atacó el punto débil de PP, Ciudadanos y Vox: la competición que libran entre ellos por la hegemonía del espacio del centro derecha. Estas tres formaciones se comportan, a juicio de Sánchez, como si protagonizaran la película Los Inmortales: “Sólo puede quedar uno”, dijo en un mitin ante unas 1.500 personas, ante las que advirtió de que en estas elecciones municipales y autonómicas no está en juego la “supervivencia” de los líderes de estos tres partidos, sino la de la sanidad y educación públicas, la vivienda o el futuro de la industria.

Según muestran la mayoría de las encuestas, la suma de las tres derechas puede impedir al PSOE hacerse con el Gobierno de la Junta de Castilla y León, gobernada por los populares de manera ininterrumpida desde julio de 1987. De ahí que Sánchez dirigiera sus dardos al flanco débil de este posible tripartito, al tiempo que llamó a aglutinar en torno al PSOE el voto de todos aquellos que quieren desterrar la “corrupción” de las instituciones de Castilla y León.

llamamiento a la movilización El líder del PP, Pablo Casado, atacó a Cs por no aclarar su política de pactos y estar dispuesto a acordar gobiernos autonómicos y municipales con el PSOE de Sánchez. Además, en un acto en Madrid, recalcó que el “enemigo” del centro-derecha es la abstención y llamó a la movilización este domingo en torno al PP, al que definió como el partido “original” frente a los que le “imitan”, en alusión a Vox y Cs. Casado también pidió a los votantes que no hagan pagar a la nueva ejecutiva del PP por las “conductas reprochables” que tuvo una “ínfima minoría” del partido hace “mucho tiempo” porque él será implacable con cualquier “traidor” a las siglas populares.

Garantizó a todos los que han podido dejar de votar al partido por este motivo que “pueden volver a confiar” en el PP porque la nueva dirección ha “tomado nota” y ha reaccionado volviendo a sus señas de identidad. Instó al partido a “volver a pensar en grande”, tras las elecciones del 26 de mayo, porque el lunes “todo empieza” y es necesario reconstruir el proyecto político del centro derecha.

“No somos un espectáculo pirotécnico”, afirmó Casado, ni tampoco “de pompas de jabón” sino “un proyecto parido para servir a España, forjado al servicio de nuestros compatriotas”.

as en la manga Por su parte, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, señaló ayer que el PSOE siempre “se guarda la carta” de llegar a acuerdos con la derecha, y apuntó que esto no es posible tras las elecciones generales “porque Rivera se ha vuelto loco y pasa por la derecha a Vox”. “La gente no es idiota, el PSOE siempre se guarda la carta de llegar a acuerdos con la derecha, y si en España no va a ser posible es porque Rivera se ha vuelto loco y pasa por la derecha a Vox”, señaló en La Laguna (Tenerife).

El presidente de Cs, Albert Rivera, afirmó que tras las elecciones su partido no puede alcanzar acuerdos con un PSOE “en manos de Sánchez” que pacta con Podemos y con los partidos independentistas. Rivera pidió “que levanten la mano” los candidatos “valientes” del PSOE que “discrepan de las políticas de Sánchez” y que se atrevan a decir “yo no voy con Podemos ni a la vuelta de la esquina, no tolero que se salten la Constitución en Catalunya o que el nacionalismo nos marque la legislación” y “quiero igualdad entre todos los españoles”. Rivera instó a votar a la formación naranja, porque si al final se quedan en casa, su voto “va a Sánchez y a Iglesias”.

Por último, el candidato de Vox al Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, aseguró que tras las elecciones municipales “se le va a acabar el chollo a la de las magdalenas”, en referencia a la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, y recurrió a un “cuento” sobre un comerciante madrileño que sufre los efectos del top manta, la “absurda jaula” de Madrid Central y las recriminaciones de unos “cuantos perroflautas” que le llaman “facha” y “xenófobo” cuando se queja. - D.N./Efe/E.P.