pamplona - El escenario político español se desplazó a Bruselas, donde estuvieron tanto Pedro Sánchez como los líderes de PP, Pablo Casado, y de Ciudadanos, Albert Rivera, que pese a coincidir en la misma ciudad no pueden encontrarse más distanciados. El presidente de la formación naranja volvió trasquilado tras el desmentido del presidente francés, Emmanuel Macron. El Palacio del Elíseo negó que el presidente francés, Emmanuel Macron, cada vez más cercano a Pedro Sánchez, haya apoyado “ni en público ni en privado” los pactos de Ciudadanos en España como afirmó Rivera.

El presidente del Gobierno en funciones volvió a presionar ayer a los partidos mayoritarios, PP y Ciudadanos, con un posible adelanto electoral si no se abstienen ante su investidura, mientras el PSOE continúa los contactos con Podemos y ERC, según aseguran estos partidos. Si el jueves fue el pacto de los socialistas con Geroa Bai para que esta formación presida el Parlamento de Navarra, en cuya mesa ha entrado EH Bildu, ayer fueron sido los pactos del PSOE para gobernar en Canarias y Baleares los que contribuyeron a incrementar sus diferencias con el PP y Ciudadanos.

Tanto Casado como Rivera advirtieron a Sánchez de que no puede solicitar su abstención si pretende tener a Bildu como posible aliado para la investidura. Pero Sánchez apeló a su responsabilidad como “partidos que se dicen de Estado” para facilitar la investidura y “evitar el riesgo” de una repetición electoral. El líder socialista insistió en que “no hay otra alternativa” y les retó a decir “claramente” si buscan esta repetición de elecciones. Por su parte, quiere entenderse “con todos”, apuntó, y considera que puede compartir una agenda de regeneración democrática “con otras formaciones” y no solo de izquierda.

Para Casado, sin embargo, está claro “con quién quiere ser investido” Sánchez y le avisó de que “es imposible pactar con Bildu y al mismo tiempo intentar que el Partido Popular se abstenga” en la investidura. Sobre pactos también habló Rivera en Bruselas al asegurar que el presidente francés, Emmanuel Macron, y su Gobierno apoyan los que ha realizado el partido naranja y les han felicitado “tanto en Andalucía como en los acuerdos conseguidos”. Estas declaraciones contrastan con las advertencias públicas lanzadas en los últimos días por las autoridades francesas, por lo que el líder de Ciudadanos recibió un severo correctivo del Elíseo sobre sus coqueteos con Vox en las instituciones.

desmentido El Ejecutivo de Macron salió de inmediato a desmentir las declaraciones del líder de Ciudadanos en las que afirmó que el presidente galo no solo apoyaba los acuerdos con la extrema derecha sino que incluso le había “felicitado” tanto en Andalucía como en los gobiernos post 26-M. Nada más lejos de la realidad. Según el Gobierno francés, Macron no ha apoyado “ni en público ni en privado” la estrategia del partido naranja. “Es una información errónea, señalaron desde El Elíseo. No sabemos de dónde sale esa idea. No ha transmitido ningún mensaje en ese sentido”, añadieron las fuentes.

El presidente de Ciudadanos llegó ayer a Bruselas para reunirse con el grupo liberal y, a preguntas de los periodistas sobre el malestar de sus socios europeos por sus pactos con Vox, intentó zafarse asegurando que tenía todo el apoyo de Macron y sus aliados liberales. “Apoyan nuestros pactos y nos han felicitado tanto en Andalucía como en los acuerdos conseguidos”, afirmó Rivera. Sus declaraciones contrastaban con las advertencias públicas lanzadas en los últimos días por las autoridades francesas y, en consecuencia, fueron enmendadas poco más tarde por fuentes del Elíseo.

Macron, hasta hace poco principal referente y socio de Albert Rivera a nivel europeo, se ha ido distanciado de Ciudadanos desde el pasado diciembre -cuando se puso en marcha el primer acuerdo programático de las tres derechas en Andalucía-, hasta el punto de que en las últimas semanas los toques de atención desde el Gobierno galo a su todavía aliado en el grupo liberal han sido continuos y el tono se ha ido elevando. La de ayer fue una desautorización en toda regla que evidencia que la actitud de Rivera, que intentó salir del paso aclarando que se refería al partido de Macron, La República En Marcha (LREM), y no al presidente de Francia, está incomodando sobremanera a las autoridades francesas.

Sin ir más lejos, la pasada semana la secretaria de Estado de Asuntos Europeos, Amélie de Montchalin, fue tajante al censurar los acuerdos de Albert Rivera con la ultraderecha y reconoció que Francia sigue con “gran preocupación” el viraje de Ciudadanos, más si cabe tras los pactos posteriores al 26-M. Por ello, advirtió a Ciudadanos que si continúa en esa línea será expulsado del grupo liberal europeo, rebautizado ahora como Renew Europe. “La alianza con la extrema derecha, como hemos visto en España, no es una opción”, zanjó De Montchalin. Para el partido de Macron y el propio Palacio del Elíseo, cualquier alianza con Vox ha sido catalogada de “línea roja” a la hora de lograr acuerdos a nivel europeo.

Este enfriamiento de las relaciones con Cs ha llegado en paralelo al creciente entendimiento de Macron con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con quien se reunió en Bruselas para impulsar un entendimiento entre liberales y socialistas para el reparto de poder en Europa en la próxima legislatura europea.

Desde Podemos consideran que va “bien” la negociación con Sánchez para formar un Ejecutivo, y su portavoz, Noelia Vera, insistió en que no es una “propuesta oficial” que Podemos no ocupe ministerios sino puestos en los segundos niveles administrativos. Para el líder de Podemos, Pablo Iglesias, los acuerdos alcanzados en Baleares, Canarias y La Rioja con el PSOE marcan el camino a seguir, que es el de “gobiernos de coalición con programa progresista”. - D.N.