el nuevo hemiciclo dejó ayer grandes momentos de los líderes que subieron al estrado para soltar su bilis contra unos o contra otros, cada uno a lo suyo, sin centrarse en el verdadero objetivo de un debate de investidura: mostrar un acuerdo alcanzado para formar Gobierno. Los neófitos de Vox convirtieron la sala en un gallinero que hacía viajar a los presentes al siglo XX haciendo referencias anacrónicas y “patriotas”. Los de PP y Cs, juntos en el quesito de la derecha, realizaron un carrerón de alocuciones salpicado de ocurrentes metáforas.

El primero en hablar tras la intervención de Pedro Sánchez fue el líder del PP, Pablo Casado. Primera metáfora que hizo referencia al “elefante morado con un gran lazo amarillo que está en medio del hemiciclo” que Sánchez no quiere ver. El color morado hacía una referencia clara a Unidas Podemos, con quien los socialistas pretenden llegar a un acuerdo para conseguir una investidura exitosa. El lazo amarillo no necesita más explicación, los independentistas catalanes que según los populares apoyarán el Gobierno de coalición poniendo el lazo que adorne la investidura.

Esta referencia propia del circo que montaron ayer los políticos en el hemiciclo encontró su respuesta en la acusación de Sánchez de tener su propio “elefante” en la corrupción del PP y le exigió su abstención.

Tras Casado, la literatura de metáforas la continuó Albert Rivera. El líder de la formación naranja y autoproclamado líder de la oposición que azotará a Sánchez, definió cada decisión de Sánchez como “puro teatro”, y se refirió al temible paquidermo ya ubicado en la “habitación de al lado” o más bien “habitación del pánico” donde el PSOE negocia el apoyo a su investidura a cambio de cosas tan feas como los “indultos” a posibles condenados del procés. Una intervención para la que Sánchez también tuvo respuesta, esta vez haciendo referencia al cine al soltarle a Rivera que su partido parecía La gran evasión con tanta renuncia. El enfrentamiento entre ambos políticos no defraudó y siguió la estela que han mantenido en los últimos meses. El tono fue más duro con el de Ciudadanos, quien le había recriminado que buscara una España “de rojos y azules”. Quizá por su negativa a mantener una cita con él.

Casado y Rivera se dedicaron ayer a desacreditar todo lo que ha propuesto Sánchez, quien según Casado “no es de fiar”, mientras Rivera le acusó de tener un plan, bautizado “Plan Sánchez” para el que cuenta con una “banda” de morados e independentistas con los que acabará cargándose España tras perpetuarse en el poder. Continuando con las referencias cinematográficas, Rivera pintó un escenario propio de Narcos haciendo referencia a un complot organizado a espaldas de todos.

al jefe hay que aplaudir El resto de diputados disfrutaron de las escenas propias de un circo romano desde sus asientos. Todos demostraron estar bien aprendidos sabiendo aplaudir y vitorear cada intervención de su líder y manteniendo la seriedad en las del resto de oradores. Éxito propio garantizado para cada Casado, Rivera, Sánchez, Iglesias e incluso Abascal a quien los suyos vitorearon desde sus asientos del Congreso que recogerá hoy las ironías de, entre otros, Gabriel Rufián.