pamplona - Le gustaría ligar la “marca Navarra” a la solidaridad, la sostenibilidad, el avance en derechos sociales y a la innovación, y “no a todo lo que hemos vivido este verano”. La presidenta de Navarra, la socialista María Chivite, denuncia en una entrevista concedida a Efe, con motivo de su primer mes al frente del Gobierno, la “instrumentalización” de la Comunidad Foral por parte de la derecha para “hacer política nacional y atizar a Pedro Sánchez”, pero advierte de que las decisiones de su Gobierno “no van a dar juego para eso”. Así, reafirma un mes después de su toma de posesión, el 6 de agosto, que es “absolutamente mentira” que hubiese un acuerdo con Bildu para facilitar su investidura. Y explica que el PSOE “ha conocido de primera mano el acuerdo y no ha tenido nada que decir”, porque le conocen y saben que en su cabeza “no estaba hacer ninguna de las locuras” de las que se le acusaba y porque en dicho acuerdo se habla de progreso, innovación, de avance en derechos de ciudadanía, de lealtad institucional o de rechazo de la violencia.

La presidenta pone de relieve la importancia del acuerdo programático. Afirma que los firmantes quisieron “ser honestos” con la ciudadanía poniendo incluso las cosas en las que no están de acuerdo y la manera de solucionar esos desacuerdos, y remarca que los compromisos adquiridos han sido asumidos por los trece consejeros.

Para Chivite la clave “del éxito” de esa negociación fue que las conversaciones fueron “discretas” y no se realizaron a través de los medios de comunicación, estableciéndose “una relación de confianza”. Afinidad que contrasta con los reproches que dedica a la derecha: “Se ha dedicado a insultarnos, sin aportar absolutamente nada, se ha dedicado a recorrer los medios de comunicación nacionales, sobre todo, distorsionando la imagen de Navarra, contando cosas que no eran ciertas y mintiendo e insultando al PSOE y a mí especialmente”. Por ello y tras los insultos a Pedro Sánchez llamándole “okupa” y la “foto de Colón”, considera que “no era coherente” que Navarra Suma dijera que quería acordar con ellos. “Navarra Suma ha dinamitado todos los puentes”, sostiene.

La presidenta es consciente de que su tarea “no va a ser fácil”, al ser un gobierno con minoría parlamentaria, pero está convencida de que es “una buena ruta para toda la sociedad navarra”. Pese a ello, no cree que la derecha vaya a darles tregua, los ve “más en el bloqueo por el bloqueo. Ya veremos, son cuatro años y no sería entendible que en la legislatura pasada, con una presidenta abertzale y con consejeros de Bildu, prácticamente el 50% de las iniciativas legislativas salieran por unanimidad y ahora no fuera así”.

Afirma Chivite que “la normalidad democrática es que los partidos hablen con los partidos”, y defiende que lo importante es sacar adelante iniciativas por su contenido y no por quién las ponga encima de la mesa.

Pide, en relación con las víctimas del terrorismo, que “no se instrumentalice el dolor” y dice que le gustaría que todos los partidos, en alusión a EH Bildu y Navarra Suma, estuvieran comprometidos con “el rechazo al terrorismo y al franquismo también”.

En el inicio de legislatura Navarra Suma ha presentado varias iniciativas parlamentarias en las que la coalición afirma esperar contar con el apoyo del PSN para su aprobación, entre ellas la proposición de ley de Símbolos. Adelanta Chivite que los socialistas “no la van a apoyar”, porque “castiga a los municipios, a sus vecinos que no tienen por qué pagar las decisiones no acertadas de sus dirigentes. Ya vale de que utilicen y patrimonialicen los símbolos que son de todos los navarros”, concluye al respecto.

Otra iniciativa tiene que ver con el euskera en el acceso a la función pública, un decreto con el que, recuerda, el PSN “no está de acuerdo” y que ha sido recurrido. “Nos sentimos muy cómodos con lo firmado en el acuerdo, el decreto tendrá que modificarse para tener un mayor consenso social, sindical y político en el plazo de un año, por lo tanto esa es la línea en la que vamos a trabajar”, señala. Pero en cuanto a la política lingüística, subraya que todas las iniciativas de carácter legislativo en esa materia tendrán que tener “al menos el consenso de Geroa Bai y el PSN”.

consensos y divergencias Las diferentes posturas de los socios de gobierno se evidencian en cuestiones como el denominado caso Alsasua, una cuestión judicializada sobre la que el Ejecutivo no va posicionarse, Según la presidenta, “lo que quedó claro es que no era una pelea de bar, pero tampoco, como algunos pretendieron vender, una cuestión de terrorismo”.

La celebración el pasado fin de semana de Ospa Eguna en esa localidad ha dado lugar a críticas al Gobierno, que Chivite califica de “un cinismo político vergonzoso”, puesto que, recuerda, “durante siete años de los gobiernos del PP en España se celebró el Ospa! Eguna y nadie lo prohibió y en cinco años de gobiernos de UPN en Navarra se celebró y nadie dijo ni palabra”. Y reitera lo ya sabido: “este Gobierno rechaza cualquier acto violento o de expresión de violencia hacia cualquier persona, desde luego de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado”. Más allá que el acto no le guste, la justicia se pronunció y lo enmarcó en la libertad de expresión, señala la presidenta.

Chivite considera fundamental el desarrollo de infraestructuras como el Canal de Navarra o el tren de altas prestaciones. Se marca como objetivo reducir el desempleo y hacer frente a la precariedad, la temporalidad, la siniestralidad y la brecha de género, a lo que une también la conciliación y la racionalización de los horarios. “Eso solo se hace a través de la negociación colectiva, del diálogo social”, puntualiza, diálogo “abierto a todos los sindicatos que estén por la labor de acordar”, pero que no provocará parálisis en el Gobierno “si no todos están dispuestos a hacerlo”. - D.N.