pamplona - La marcha de Ciudadanos del diputado Francisco de la Torre y del eurodiputado Javier Nart, formalizadas el pasado jueves pero anunciadas ya en julio, terminó ayer por encender la mecha, con un duro cruce de reproches incluso personales. El presidente de Cs, Albert Rivera, recriminó a Nart que mantenga su escaño en el Parlamento Europeo pese a haberse dado de baja del partido: “Me gustaría que los que se hubieran marchado de Cs no se quedaran el esfuerzo, ni el trabajo, ni el escaño, ni los recursos de Cs, que son de Cs”, dijo. Rivera cargó a su vez contra el exdiputado de su partido Francisco de la Torre, que horas antes le había acusado de no saludarle por el pasillo del Congreso, ni haberle dado el pésame por la muerte de su padre, que falleció a finales de julio, unos días después de anunciar su renuncia al escaño. En una entrevista, De la Torre reiteraba los motivos para su renuncia al escaño por razones “personales, organizativas y políticas” y por considerar que el área económica de Ciudadanos estaba “desmantelada”. También expresaba su discrepancia con la estrategia seguida por Rivera al negarse en redondo a facilitar la investidura de Pedro Sánchez. A renglón seguido, criticaba al líder naranja por no haberse comunicado con él para darle el pésame por la muerte de su padre, aunque poco después matizó en Twitter que no le llamó, pero sí le envió un breve mensaje dándole el pésame.

En una airada respuesta, Rivera acusó al exdiputado de “utilizar la muerte” de su padre para “atacar” a antiguos compañeros y al proyecto político de Cs. “He visto muchas cosas en política pero se han traspasado determinadas líneas rojas”, censuró, tras afirmar que le envió un mensaje y corona de flores. - D.N.