pamplona - La presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, se fija sobre el decreto del Euskera, “el plazo de un año para estudiar la actual normativa e impulsar su modificación”, aboga por “un mayor consenso en torno al euskera”. La presidenta afirmó en su intervención, que “este Gobierno está comprometido con una normativa del euskera que cuente con mayor consenso social, político y sindical”, para lo que ya hay un grupo de trabajo en marcha. Reprochó a Navarra Suma que “quizá le cueste entender el acuerdo entre diferentes” y defendió que “cuando se acuerda se buscan puntos de encuentro”, pero en este caso, en búsqueda de una modificación pactada de la actual normativa. “Tenemos claro que es necesario un mayor consenso en torno al euskera, que refleje la realidad sociolingüística de nuestra tierra”. Chivite respondió a Esparza que “el PSN no pidió nunca derogar el decreto del Euskera, sino más consenso en torno a la norma, y respetar la realidad sociolingüística de nuestra tierra”. La presidenta dijo que no hay que confrontar con la lengua sino “ponerla en valor”. Y puso el punto de mira en la ley de hace tres décadas. “Nuestra norma de referencia es la ley del Euskera del año 86”, “esa que ustedes tampoco apoyaron”, reprochó a Esparza. Y concluyó: “este Gobierno acompañará a la sociedad en su evolución y sus demandas”. Treinta y tres años han pasado desde el referido año 1986.

Por su parte, el portavoz de Navarra Suma, Javier Esparza, estuvo previsible, pisando el acelerador, y olvidando el pedal del freno. Llamó a Chivite “regalo para el nacionalismo vasco”, en una táctica tan conocidacomo ya estéril: estigmatizar a una parte de la bancada parlamentaria, y arrastrar a los socialistas, tratando de generar zozobras en el PSN. Acaba de empezar el curso, y lejos de modular posiciones, la estrategia está dirigida a la reiteración. “Ya veo las líneas de sus intervenciones esta legislatura, hiperbólicas y carentes de todo rigor”, respondió Chivite, consciente de lo que viene. - D.N.