MADRID. Iñaki Urdangarin ha acudido este martes de nuevo al Hogar Don Orione de Pozuelo de Alarcón (Madrid) desde la prisión de Brieva (Ávila) para su segunda jornada de voluntariado dentro del programa autorizado por un Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid, que está recurrido por la Fiscalía.

El segundo día será, como ha señalado a los medios el director de este centro de atención a personas con discapacidad, Francisco Sánchez, "más sencillo, más normal": el cuñado del rey ya conoce el protocolo y las tareas que debe realizar y ha llegado al centro un coordinador para el equipo de movilidad en el que se le ha integrado.

Sánchez ha agradecido al juez que tras la primera salida de prisión, el pasado jueves, "aclarara" y "explicara un poquito más" las limitaciones que tiene Urdangarin, ya que el centro entendió en un principio que seguiría el mismo régimen que el resto de voluntarios.

El juez precisó en una providencia que tiene "terminantemente" prohibida cualquier comunicación con sus familiares en el horario establecido de salidas, fijadas con el único fin de realizar la actividad de voluntariado.

Según el director de Don Orione, Urgandarin conoce esas condiciones y éstas se cumplieron durante la salida el jueves pasado: no tuvo comunicación con nadie del exterior del centro, no recibió visitas y comió con el resto de trabajadores; "y lo mismo va a hacer hoy, con normalidad".

Sánchez no ha querido pronunciarse sobre el recurso que ha presentado la Fiscalía de Valladolid contra el auto del juzgado de vigilancia penitenciaria que autorizó las salidas para hacer voluntariado dos días a la semana, ocho horas cada día.

Urdangarin solicitó la aplicación del artículo 117 del Reglamento Penitenciario para poder salir de la prisión de Brieva, pero el Ministerio Fiscal sostiene en su recurso que este precepto no es de aplicación porque no ha cumplido todavía la cuarta parte de la condena.

Como el pasado jueves, Urdangarin ha llegado este marte en un coche que conducía otra persona hasta el centro Don Orione. En lugar de mochila, esta vez llevaba una bolsa de tela con el mensaje "Because there is no planet B" (Porque no hay planeta B).