barcelona - El Parlament aprobó ayer en un ambiente muy tenso una propuesta de resolución de JxCat y ERC por la que la Cámara declara necesaria “la retirada de Catalunya de los efectivos de la Guardia Civil”, en relación a las detenciones el pasado lunes de miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR) acusados de delitos de terrorismo. La sesión en la que se aprobó la declaración parlamentaria -que salió adelante con los votos de los tres grupos independentistas, la abstención de los comuns, y los votos en contra de Ciudadanos, PSC y PP- concluyó con una sonora bronca tras proclamar la bancada independentista “libertad” para los arrestados, gritos a los que se sumó el propio presidente de la Generalitat, Quim Torra, para enfado de los parlamentarios unionistas.

El debate sobre esta moción y las detenciones realizadas por la Guardia Civil finalizó con una bronca entre los soberanistas y la bancada de Ciudadanos, que acabó con la expulsión del líder parlamentario de la formación naranja, Carlos Carrizosa. Primero fueron los cuatro diputados de la CUP los que abandonaron el hemiciclo del Parlament en protesta por la prisión provisional y sin fianza decretada para los siete miembros de los CDR.

Poco después, diputados de JxCat y Esquerra, algunos de ellos en pie, lanzaron gritos de “libertad” -entre ellos Quim Torra, al lado de un vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, más comedido-, lo que desató una bronca con la bancada de la oposición, especialmente con el grupo de Ciudadanos, cuyo presidente, Carlos Carrizosa, manifestó su “inmensa vergüenza” por estas muestras de apoyo a los siete encarcelados y dijo sentirse “amenazado por aquellos que respaldan el terrorismo”.

El presidente del Parlament, Roger Torrent, tuvo que llamar al orden a Carrizosa hasta en tres ocasiones por estar insistiendo en intervenir sin tener el uso de la palabra. Rubén Wagensberg, diputado de ERC, se dirigió a los escaños de Ciudadanos para recriminarles su actitud, lo que generó a su vez una airada reacción de varios de los parlamentarios naranjas.

Carlos Carrizosa, a quien Torrent ya había advertido de que tendría que marcharse del hemiciclo si seguía interrumpiendo la sesión, fue finalmente llamado al orden por cuarta vez, por lo que el presidente del Parlament terminó expulsándolo de la Cámara. Pero no quedó ahí la salida de tono de Carrizosa que, mientras abandonaba el Parlamento junto al resto de diputados de Ciudadanos, volvió a encararse con la banca independentista, en medio de un clima de gran tensión. - D.N.