parís - Los franceses rindieron ayer homenaje en Los Inválidos de París a Jacques Chirac, quien fue presidente de la República entre 1995 y 2007, y que falleció el pasado jueves a los 86 años.

A primera hora de la tarde se instaló en la iglesia de San Luis de los Inválidos el féretro con los restos mortales del fallecido presidente y a las 12.00 GMT se celebró una ceremonia interreligiosa organizada por deseo de la familia, tras la cual se abrieron las puertas para que el público pueda rendirle su último homenaje.

En la mencionada ceremonia, en presencia de la hija de Chirac, Claude, y de su yerno, Frédéric Salat-Baroux, estuvieron presentes representantes de las religiones católica, protestante, musulmana, judía y budista.

En el exterior, miles de personas hacían cola para acceder a la catedral y poder estar unos momentos ante el ataúd del exjefe del Estado, recubierto con una bandera francesa y flanqueado también por banderas francesas y europeas.

Algunas de esas personas, muchas de ellas militares o veteranos de las Fuerzas Armadas, habían estado esperando fuera del monumento durante horas, desde primera hora de la mañana.

Desde el jueves por la noche, el Palacio del Elíseo ha permanecido abierto para quienes han querido presentar allí sus respetos a Chirac y dejar su testimonio en los libros de firmas que se entregarán a la familia. Hasta el sábado por la noche habían pasado por allí más de 5.000 personas.

La presidenta de la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), Marine Le Pen, ha renunciado a acudir a la ceremonia del homenaje oficial ante las reticencias de la familia de este, que en su actividad política se negó a cualquier compromiso con la extrema derecha. - Efe