pamplona - El portavoz de Unidas Podemos y vicepresidente in péctore del próximo Ejecutivo, Pablo Iglesias, estrenó ayer un papel inédito: defender una gran alianza con el PSOE que había tenido grietas incluso en un momento de sintonía como cuando prosperó la moción de censura. Ahora nace un gobierno con una fórmula insólita en los últimos 40 años y que se marca como objetivo “reparar las traiciones a la patria” de la última década de Gobierno del PP y recortes.

En el “patriotismo social” que acuñó Sánchez ahondó Iglesias, y con dureza, confrontando por la tarde con “la derecha, la ultraderecha y la ultra-ultraderecha”: “Traicionar a España es atacar los derechos de los trabajadores, vender vivienda pública a fondos buitre, privatizar el patrimonio público, privatizar los servicios público, es robar a manos llenas y financiarse ilegalmente en las campañas”.

Frente a esto, Iglesias aseguró a las derechas que “la tarea del próximo gobierno es reparar las traiciones a España y a la Constitución que ustedes han perpetrado, porque hablan de la Constitución, pero olvidan los artículos que protegen el derecho a una vivienda digna, a una remuneración adecuada, a un sistema fiscal redistributivo y desprecian el artículo más patriota de la Constitución Española, el 128, que dice que toda la riqueza del país estará subordinada al interés general. De esto va la nueva legislatura, de reparar sus traiciones a la patria”.

El líder de Podemos incluso recordó cómo hubo miembros de la Alianza Popular que votó en contra de la Constitución entre los fundadores del PP, algunos de ellos, ministros franquistas: “Hay que dar las gracias a esa gente que cambió de chaqueta”. “Ustedes se opusieron en su día al divorcio y hoy en día muchos son personas felizmente divorciadas”, ejemplificó Iglesias, que preguntó al senador del PP Javier Maroto en el hemiciclo si se imagina “no haberse podido casar con quien le diera la gana porque su partido se oponía”. Los avances sociales, resumió Iglesias, “se seguirán produciendo a pesar de ustedes”.

Iglesias cargó contra las derechas por recuperar la idea de la anti-España: “Para ustedes, la democracia y las instituciones tienen un carácter instrumental, y las reconocen solo si ganan las elecciones y tienen el poder, pero cuando hay una mayoría parlamentaria distinta, hablan ustedes de apocalipsis y pesadilla”.

Agradecimiento Iglesias, que empleó por lo demás un tono moderado al inaugurar el turno vespertino del debate (y que, en el fondo, parecía otra sesión, lejos del tono matinal), tuvo mención expresa a los independentistas presos y exiliados para revuelo de la bancada conservadora. “He podido comprobar la profundidad incuestionable de sus convicciones democráticas. Me consta que algunos desde la prisión han trabajado para defender el acuerdo y el diálogo, y desde esta tribuna quiero darles humildemente las gracias”, señaló Iglesias, aplaudido también por diputados de ERC.

En el cierre, Iglesias volvió a agradecer el acuerdo al PSOE y a Sánchez: “Sí se puede. ¡Adelante, presidente!”. Las bancadas morada y socialista se aplaudieron mutuamente, gesto que se repitió cuando el aspirante socialista -que agradeció la responsabilidad que asume UP pese a los encontronazos previos (“bien está lo que bien acaba”)- terminó la réplica a Iglesias y se acercó al escaño del portavoz. La investidura fallida de julio parece de otro siglo.

Por su parte, el coordinador de IU y uno de los ministrables de Unidas Podemos, Alberto Garzón, denunció que “los elementos reaccionarios se han puesto en contra de la investidura”. El líder de la confluencia en Catalunya, Jaume Asens, lamentó el anuncio de las derechas de “usar el brazo judicial para intentar ganar en los tribunales lo que ha perdido en las urnas”. El gallego Antón Gómez-Reino les pidió que baje la crispación: “Acostúmbrense a la democracia, que llevamos ya más de 40 años en democracia”.