pamplona - Pedro Sánchez dio el pistoletazo de salida de su Gobierno prometiendo unidad y dejando atrás las rencillas con sus ahora socios de Podemos, mientras ha reforzado a su núcleo duro en la Moncloa para controlar en mayor medida la coordinación del Ejecutivo y su comunicación. Además, tras meses de bloqueo político, Sánchez prometió "hechos" y no palabras y aseguró que el Gobierno rendirá cuentas cada cien días de las decisiones que vaya tomando, si bien pidió tiempo para dar forma a este nuevo Ejecutivo antes de que lleguen otras grandes medidas.

"Paso a paso", repitió Sánchez en su comparecencia de prensa tras el primer Consejo de Ministros de la coalición, que sí cumplió, no obstante, con una de sus promesas, la revalorización de las pensiones. Fue la primera reunión de Sánchez con los veintidós ministros de este nuevo Gabinete. Entre ellos, los cinco de Podemos, con Pablo Iglesias al frente.

Tras el desfile de todos ellos llegando a la Moncloa y la tradicional foto de familia en la escalera, el nuevo Gobierno celebró este primer Consejo, que duró poco menos de hora y media. El viernes habrá otro para seguir con los nombramientos de la estructura del Gobierno y otras medidas, pero será ya una reunión extraordinaria, porque Sánchez ha anunciado que los Consejos de Ministros pasan a celebrarse, a partir de ahora, los martes.

El cambio de día es solo uno de los muchos cambios organizativos y de comunicación que el presidente prometió acometer en esta nueva etapa, en la que no habrá, aseguró, "ni un momento de descanso". Antes de esta comparecencia, y mientras se celebraba el Consejo, la Moncloa informaba ya de importantes cambios que afectarán al funcionamiento del Ejecutivo de coalición, el primero de todos el refuerzo de las funciones de Iván Redondo como director del Gabinete de la Presidencia.

Redondo concentrará dentro del Gabinete de Presidencia todos los departamentos de asistencia a Pedro Sánchez como asuntos nacionales, institucionales, internacionales, comunicación con los ciudadanos, secretaría general de Presidencia, Oficina Económica del Presidente, el Departamento de Seguridad Nacional (DSN) o las diferentes unidades de análisis.

Además, la Secretaría de Estado de Comunicación, dirigida actualmente por Miguel Ángel Oliver, se incorporará formalmente al Gabinete de la Presidencia del Gobierno, bajo la dirección de Redondo. Sánchez, además, encargó a su jefe de Gabinete la creación de la primera Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de País a Largo Plazo, que se encargará de "pensar estructuralmente en la España de los próximos 30 años", un departamento con el que ya cuentan países como Estados Unidos y Francia o la propia Comisión Europea.

Redondo ha sido una persona central en el equipo de Sánchez desde que lo fichó hace poco más de dos años, cuando el líder del PSOE estaba en la oposición. Después del último resultado electoral, en el que el PSOE perdió tres escaños, entre algunos dirigentes socialistas se extendió la idea de que Redondo podría ser el que asumiera el coste y viera reducido su poder, cambiara de puesto o directamente saliera. Pero no ha sido así, sino más bien al contrario.

Confiado en agotar la legislatura, Sánchez recalcó en su comparecencia que tiene 1.400 días, 200 semanas para acometer todos los compromisos de este Gobierno que, según aseguró, arranca "con ilusión". El presidente quiso dejar atrás dudas sobre la coalición y aseguró que no tiene "ninguna reserva" respecto al acuerdo con Podemos. Añadió incluso que está "orgulloso" de esta experiencia, y sus ministros ya no son "de un partido o de otro, sino del Gobierno".

Pero también aclaró que ésta es una coalición de Gobierno "y no de pensamiento", y cada organización política decidirá sobre sus cuestiones propias. No precisó en este sentido si los miembros del Gobierno que son diputados socialistas dejarán su escaño -los de Podemos no lo harán- y dejó esta cuestión en manos de su partido.

A todos sus ministros les entregó Sánchez una carta en este primer día, en la que emplaza al nuevo Gabinete a ser "proactivo, resuelto y ejecutivo" y defiende la unidad dentro de la pluralidad. En su comparecencia, insistió en la disposición del Gobierno a alcanzar consensos y de nuevo hizo un llamamiento al principal partido de la oposición. Así, volvió a pedir al PP que se preste al diálogo, le tendió la mano para negociar cuestiones como la renovación del Consejo General del Poder Judicial y señaló que "sería bueno" que los populares asumieran el resultado electoral e hiciesen una oposición "constructiva" con "sentido de Estado".

Por otro lado, Sánchez insistió en que aún hay que cuadrar agendas para la reunión con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, que espera sea "cuanto antes" para que se ponga en marcha el "necesario" diálogo con Catalunya. Por eso, no aclaró si el PSOE cumplirá con su promesa a Esquerra de constituir la mesa de negociación entre Gobiernos en los próximos 15 días, porque entre otras cosas, recordó, Torra le había pedido antes la citada reunión.

También tuvo que responder a la primera decisión polémica del nuevo Gobierno, la propuesta de Dolores Delgado como fiscal general del Estado, y dijo que la exministra tiene un currículum "impecable" y una "trayectoria incuestionable", además de explicar que le ha pedido que actúe "con absoluta independencia".

Finalmente, en esta primera rueda de prensa sin limitación de preguntas desde hace más de un año, cuando hizo el balance de 2018, Sánchez justificó la falta de información que ha habido en numerosas ocasiones por parte de su Ejecutivo por la etapa "peculiar y compleja" vivida, con las negociaciones para un nuevo Gobierno, y agradeció a los periodistas tanto su "paciencia" como su "perseverancia". - D.N.

El gasto. El segundo Gobierno de Sánchez tiene tres vicepresidentes, dos ministros y tres secretarios de Estado más que el primero en su formulación original. Si se compara con el último de Rajoy son 10 asientos más en el Consejo de Ministros y tres secretarías de Estado más. El PP lanzó este lunes la idea de que el incremento de costes en cuatro años será de 24 millones respecto a Rajoy; en realidad, lo que está confirmado de momento son 4,7 millones por ministros y secretarios de Estado

La gestora destituye a los críticos

Dimisiones. Mientras el Gobierno echa a andar, Ciudadanos sigue enredado en su crisis. La gestora de la formación ha destituido a Ignacio Prendes como portavoz del comité autonómico en Asturias, y también a la portavoz en Castilla-La Mancha, Orlena de Miguel, que en su día se mostraron críticos con la estrategia del partido. Prendes fue una de las voces discrepantes con la línea política de Albert Rivera, por su veto a Pedro Sánchez. Poco después de conocerse las destituciones, el eurodiputado de Cs Luis Garicano escribió un tuit en el que resaltaba el valor de Orlena y Prendes, y el vicepresidente castellanoleonés, Francisco Igea, renunció a su cargo en Cs.