El pasado vuelve a desmentir a Navarra Suma. Fracasada la escenificación de su enmienda de totalidad, su parlamentaria María Jesús Valdemoros retó al Gobierno a mostrar su voluntad de diálogo en la negociación de enmiendas parciales de la semana que viene. "La bancada que represento desde esta tribuna ahora, tiene cosas que aportar a esta Comunidad, aunque sean ideas diferentes", dijo ayer Valdemoros, que emplazó a las fuerzas mayoritarias a "estar dispuestos a escuchar argumentos para aceptarlos o rechazarlos no en función de quién los formula". El planteamiento de la representante de Navarra Suma se hizo sin un vistazo a la hemeroteca, y además de chirrirar con la dinámica habitual de esta formación, también choca con el pasado de UPN. Sin ir más lejos, con el texto del acuerdo para el trámite de Presupuestos Generales de Navarra para 2010, que los regionalistas pactaron con su entonces socio, el PSN-PSOE. El documento llevaba por fecha la del 19 de noviembre de 2009, y lo firmaron Miguel Sanz, entonces presidente del Gobierno de Navarra, y Roberto Jiménez, por aquella época secretario general de los socialistas navarros. Dicho acuerdo establecía los criterios para la aprobación de los Presupuestos que iban a regir en 2010, hace ahora diez años. En la página 26 del redactado, que se reproduce en la imagen superior, UPN y PSN no solo "se comprometen a rechazar aquellas otras enmiendas o iniciativas que se opongan o distorsionen los objetivos prefijados", sino que además, en el párrafo inferior se indica que las partes firmantes también "se comprometen a no respaldar enmiendas al texto articulado de las Leyes o partidas presupuestarias presentadas por otros grupos parlamentarios, salvo acuerdo expreso y previo" de dichos firmantes. La consecuencia se pudo certificar en el pleno del 22 de diciembre de 2009, tal y como informaba este periódico al día siguiente. Bajo esta premisa, las 595 enmiendas presentadas por NaBai y CDN se rechazaron. Izquierda Unida retiró todas sus enmiendas, 382 en total, denunciando "el circo" presupuestario, el "rodillo" de UPN y PSN, y la "falta de atención a las víctimas de la crisis".

Hay que recordar el contexto político del momento. NaBai tenía 12 escaños, CDN 2 e IUN otros 2. Miguel Sanz había roto el pacto de gobierno con CDN en el mes de septiembre, lo que había supuesto la salida del entonces consejero convergente Carlos Pérez-Nievas.A pesar de haber salido del Gobierno, y de ver caídas sus enmiendas, la extinta formación decidió apoyar las Cuentas en aras de la "estabilidad". Sanz había cambiado de socios. En 2008 había roto el acuerdo que tenía UPN con el PP desde 1991, y con estos presupuestos buscaba cimentar una relación duradera con el PSN-PSOE.

Mucho han cambiado las cosas; muchísimo. Ayer, el vicepresidente Javier Remírez, haciéndose eco de la "queja" de María Jesús Valdemoros, recordó en Twitter la cláusula para no respaldar enmiendas de aquel acuerdo de Presupuestos en 2009. Síntoma de que los tiempos, en el Ejecutivo, y en el PSN-PSOE, hoy son muy distintos.