Idoia Villanueva (Pamplona, 1980) lamenta también el brexit. La nueva portavoz y responsable de Internacional de Podemos, defiende un proyecto europeo "que recupere sus valores de justicia social, libertad y derechos", y llama a convertir el postbrexit en una oportunidad.

¿Cómo se posiciona Unidas Podemos en este desenlace?

Unidas Podemos fue la única fuerza estatal que en 2016 hizo campaña en Reino Unido para que permaneciese dentro del proyecto europeo, y pudiese transformarlo. Una vez que salió el referéndum, creo que tocaba absoluto respeto a la voluntad de la ciudadanía. Durante estos años hemos intentado trabajar en las ponencias del brexit, también en el Congreso y en el Senado, para asegurar los derechos de los más vulnerables, y de los más de 140.000 compatriotas que están viviendo actualmente en Reino Unido y sufren mucha incertidumbre sobre cuáles van a ser sus condiciones. Asimismo, nos gusta recordar la situación de Gibraltar. Tenemos una frontera con Reino Unido y el campo de Gibraltar ha sido una región muy abandonada por los anteriores gobiernos de nuestro país. Donde hay las mayores tasas de paro, y 15.000 personas que cruzan a diario las fronteras, muchas viviendo de forma muy precaria.

Ahora empieza una fase clave.

Se abren 10 meses para acordar cuál va a ser la nueva relación entre Reino Unido y la Unión Europea. Nuestro país tiene afecciones en el sector automovilístico, en el turismo, pero también en el sector primario, muy desprotegido. Por eso, creemos que es muy importante una reforma de la Política Agraria Común, que apueste de una vez por sostener el sector, que muchas veces con los acuerdo de libre comercio internacionales, se siente perjudicado. Toca reflexionar. Para entender por qué está creciendo el euroescepticismo en los diferentes estados, que bajo nuestro punto de vista tiene que ver con el abandono que ha sentido la ciudadanía por las políticas europeas, cuando se ha salvaguardado el poder financiero del capital, mientras se han aplicado recortes. Los acuerdo de libre comercio necesitan ser revisados, porque estamos destruyendo parte de la economía local, lo que genera despoblación en muchas de nuestras zonas rurales, potenciando el consumo de productos con mayor huella ecológica.

¿Esa autocrítica es factible?

Hay dos lecciones importantes que deberíamos sacar de este proceso. La primera es cómo los discursos del odio, racistas, basados en mentiras, nos llevan a situaciones que no tienen vuelta atrás. Discursos que también se están dando en nuestro país, que debemos combatir desde todas las instituciones, pero también desde la calle y los medios de comunicación.

¿Y la segunda?

Preguntarnos por qué el proyecto europeo hoy no es atractivo para algunos estados miembros, y para ciudadanos y ciudadanas que no ven su valor. Ser europeo tiene que significar que Europa cuida de los derechos de su ciudadanía.