MADRID - Un año después, vuelve la rutina parlamentaria. El Congreso y el Senado pondrán fin mañana a un largo periodo de provisionalidad política. 2019 pasará a la historia como el año en el que la legislación de las Cortes Generales se detuvo por completo. Salvo convalidaciones de los decretos leyes que previamente aprobaba el Consejo de Ministros, no se ha registrado más movimiento.

La ley de la eutanasia será la primera en llegar al Congreso en esta XIV Legislatura recién estrenada. Así, el pleno de la Cámara Baja abrirá mañana la puerta a regular la eutanasia en el Estado si decide admitir a trámite la proposición de ley del PSOE que persigue no solo despenalizar esta práctica sino también reconocerla como un nuevo derecho individual.

La causa de la parálisis legislativa de un año hay que buscarla en los cinco procesos electorales que circularon por el Estado desde abril a noviembre. Dos elecciones generales, unas autonómicas, otras municipales y las europeas (aunque la tres últimas concentradas en el domingo 26 de mayo) provocaron la paralización de una de las facultades esenciales del Congreso y del Senado: hacer leyes.

Nació una legislatura en mayo de 2019, la XIII, pero duró cuatro meses debido a la imposibilidad de que saliera adelante cualquier investidura. Lo intentó Pedro Sánchez en julio, pero fracasó. Fue imposible completar tramitación alguna y muchas propuestas se disolvieron en cuanto se disolvieron las Cortes.

Desde noviembre, pese al paso atrás en votos y en escaños del PSOE y de Unidas Podemos, sus líderes, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, construyeron un nuevo Gobierno y un programa común. Costó investir a Sánchez por las reticencias de ERC, pero el 7 de enero se convirtió en presidente.

Más de 250 días con un Gobierno en funciones han abierto un agujero legislativo que los grupos parlamentarios se aprestan a cubrir con la mayor celeridad posible y con guiños a su electorado. Mañana comenzará la tramitación de la nueva ley de eutanasia a instancias del PSOE, lo que indudablemente tensará las filas del PP, de Vox y de Cs. Porque mañana tendrá lugar en el Congreso el segundo pleno ordinario de la legislatura, aunque el primero dentro de la agenda habitual. El de la semana pasada sirvió para crear las comisiones y para convalidar tres decretos leyes económicos, pero no tuvo proposiciones de ley ni debate de otras iniciativas de los grupos. Cambiará el panorama dentro de dos días.

apoyos necesarios Todo apunta a que la iniciativa socialista para despenalizar la eutanasia contará con los apoyos necesarios para la toma en consideración, como ya ocurrió en 2018, que solo contó con el “no” del PP, y en 2019, que además del rechazo de los populares tuvo el de Vox, aunque en ambas ocasiones la posterior tramitación de la norma se vio truncada por los adelantos electorales.

En la exposición de motivos de la proposición, el PSOE asegura que la ley que plantea da una “respuesta jurídica, sistemática, equilibrada y garantista a una demanda sostenida de la sociedad actual como es la eutanasia”, porque el debate sobre este asunto “se ha abierto paso en nuestro país”.

Consta de cinco capítulos -más dos disposiciones adicionales, una transitoria, otra derogatoria y cuatro finales- en los que establece los requisitos que tienen que tener los solicitantes, el procedimiento a seguir para la realización de la prestación y las garantías para la misma.

El texto concreta que podrán solicitar la prestación de ayuda para morir: “Toda persona mayor de edad y en plena capacidad de obrar informada y que se encuentre en los supuestos de enfermedad grave e incurable o de enfermedad grave, crónica e invalidante causantes de un sufrimiento físico o psíquico intolerables”.

La norma también articula la posibilidad de solicitar la ayuda a través del documento de instrucciones previas o equivalente que existe ya en el ordenamiento jurídico español.

Asimismo, establece aquellos elementos que garantizan a todos los ciudadanos el acceso en condiciones de igualdad a la prestación, al incluirla en la Cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud, asegurando de esta manera la financiación pública, pero también su prestación en centros privados, incluso en el domicilio del solicitante. La proposición de ley orgánica destaca que “se garantiza dicha prestación sin perjuicio de la posibilidad de objeción de conciencia del personal sanitario”.

control al ejecutivo Por otra parte, el miércoles volverán las sesiones de control al Gobierno con una novedad respecto a las pocas que hubo en la legislatura anterior: el Ejecutivo ya no está en funciones.

Será una sesión plagada de noticias, muchas de ellas más visuales que otra cosa: Pablo Iglesias se estrenará como vicepresidente contestando a una pregunta del secretario general del PP, Teodoro García Egea, sobre la Agenda 2030. Todo apunta que éste será uno de los duelos parlamentarios más interesantes de la XIV legislatura. Igualmente se estrenarán Yolanda Díaz e Irene Montero respondiendo a preguntas de la oposición, no haciéndolas, si bien sus réplicas se prevén más pacíficas porque las interpelantes serán diputadas de Unidas Podemos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tendrá que enfrentarse a las preguntas de Pablo Casado, Santiago Abascal y Gabriel Rufián. La noticia aquí reside en el asunto en el que se centrará el portavoz de ERC, que no será Catalunya, sino el “freno” al “auge del fascismo”.

Casado ha planteado una cuestión muy genérica, acerca de la preservación del Estado de Derecho, pero es previsible que en su intervención de cinco minutos saque a colación el encuentro que Ábalos tuvo hace dos semanas, de madrugada, en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, con la mandataria venezolana Delcy Rodríguez. El PP, al igual que Ciudadanos y Vox, lleva días con esta cuestión en la primera línea de su estrategia.

Por su parte, el Senado también vuelve a la actividad, y de hecho su sesión de control será mañana martes, un día antes que en el Congreso. Primera muestra para calibrar el tono del enfrentamiento político.