pamplona - Pocos hubieran apostado en verano por el éxito de un Gobierno de Navarra insólito -una coalición casi inédita y de partidos de centro-izquierda-, en minoría -23 votos suman sus socios, PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E, que firmó el acuerdo de programa- y con un gran grupo de la derecha en la oposición más bronca. Pero lo cierto es que, hoy, el Ejecutivo foral, es un “engranaje equilibrado” que ha aprobado los 15 proyectos que ha puesto encima de la mesa, que acaba de sacar sus primeros Presupuestos -los más expansivos, con 4.256 millones de inversión- y que afronta el resto de la legislatura con la garantía de que el diálogo y los acuerdos puntuales, pragmáticos, sin histrionismos, como el alcanzado con una fuerza que “ha decidido ser útil”, como EH Bildu, pueden proporcionar la estabilidad que Navarra necesita. El resto importa menos. Sobre todo las vociferaciones histéricas de una derecha fuera de sí, y que ayer volvió a confirmar lo que Chivite lamentaba por la mañana: que frente a un Gobierno que busca “ser más equilibrado y responder a una sensibilidad mucho mayor”, Navarra Suma opta por seguir “en la barricada”.

Es lo que defendió ayer la presidenta de Navarra, María Chivite, que protagonizó en Madrid los ya clásicos desayunos de Europa Press. Precisamente, en Madrid fue donde tantos recelos generaron las negociaciones del Ejecutivo foral, y desde donde la derecha navarra -a hombros de la estatal- intentó frustrar una alternativa de izquierdas. Nada de eso sirvió, y lo que en verano generaba dudas hoy se ha consolidado como una fórmula de éxito, innovadora, que en una modestísima parte incluso inspiró la posterior formación de Gobierno en el Estado. Y la minoría parlamentaria -que se acusa tanto en Navarra como en el Estado- puede no ser un problema si se hace del diálogo el baluarte de la acción de Gobierno. “No es una debilidad, es más bien una oportunidad para hacer mejores políticas públicas desde la centralidad”, reivindicó Chivite, que consideró que tener que recurrir al acuerdo con otras formaciones políticas hace que los compromisos sean “más equilibrados” y que respondan “a una sensibilidad mayor”.

anteponer el bien común Muchos factores han propiciado que hoy el Gobierno puede celebrar que es capaz de superar obstáculos parlamentarios. Pero quizá sea la voluntad de diálogo, el pragmatismo y la capacidad para moverse -para cambiar de opinión, ceder y negociar- lo que ha propiciado el éxito. Eso, por la parte de PSN, Geroa Bai y Podemos, que han sabido ocupar sus espacios y “anteponer el bien común y una mirada de hondo carácter social e innovador” a las batallas partidistas. “Gobiernar en coalición no significa anular los partidos; significa lealtad al acuerdo, cohesión, confianza y compromiso”.

También ayuda el hecho de que EH Bildu “haya decidido ser un partido útil”, una formación que sigue su agenda pero que ha sabido priorizar lo social frente a lo identitario, y que ha demostrado una cara totalmente diferente a la de Navarra Suma. Mientras que Chivite celebró, ayer en Madrid y frente a parte de la élite política y empresarial del Estado, la “voluntad de diálogo” de EH Bildu, afeó una derecha instalada “en la barricada” y sin el más mínimo interés de colaborar.

La agenda es otra, lo demuestran UPN, PP y Cs, también por separado. Ayer, cada uno por su lado, ratificaron palabra por palabra la crítica que les hacía Chivite esa misma mañana. Javier Esparza, otra vez con problemas matemáticos, se quejó de que la presidenta insultó “al 40% de los ciudadanos que votaron a Navarra Suma” en vez de poner en valor a Navarra, además de volver a la carga con que “se siente cómoda con el nacionalismo” en un canutazo convocado al efecto. Todos los asuntos en los que no está pensando el Gobierno, más centrado en dialogar “en tiempos de fragmentación parlamentaria y en avanzar, también mediante el autogobierno, desde “la lealtad institucional, el diálogo y el acuerdo”.

“Este Gobierno no anula el espacio de sus partidos; antepone el bien común y el carácter social”

“En tiempos de fragmentación, el diálogo es una oportunidad para alcanzar acuerdos más equilibrados”

maría chivite

Presidenta del Gobierno de Navarra