- El Gobierno de Navarra ya cuenta con la autorización del Parlamento para gastar los primeros 51 millones del fondo de contingencia para paliar la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. La Cámara foral, en el tercer pleno extraordinario desde que se decretó el Estado de alarma, votó por unanimidad tanto los dos créditos extraordinarios de 28 y 23 millones cada uno como la reforma puntual de la Ley de Presupuestos para agilizar los trámites administrativos y de contratación para todo lo que tiene que ver con el COVID-19. Pero si bien el apoyo a los tres proyectos de ley fue unánime, en el turno de debate volvieron a aflorar las tiranteces que existen entre los grupos a cuenta de la gestión de la crisis. Mientras el encargado de defender los textos, el vicepresidente Javier Remírez, apelaba al "máximo consenso" posible para superar la crisis sanitaria y encarar la económica que ya se avecina, los grupos se enredaron en una serie de reproches que tienen que ver con la transparencia y las explicaciones que está dando el Gobierno, y con las enmiendas que la semana pasada aprobó la oposición al margen del Ejecutivo, que añaden 55 millones más al fondo de contingencia y que a ojos de Geroa Bai pecan de "boteprontismo" político, una expresión que no gustó a EH Bildu. En cualquier caso, Navarra ya dispone de todos los parabienes jurídicos para la primera remesa.

Esos 51 millones salen, fundamentalmente, del remanente de tesorería con el que ha cerrado la Hacienda Foral los ejercicios de los últimos años, gracias tanto a la reforma fiscal de 2015 como a la buena marcha de la economía durante estos años. El desglose del destino del dinero es amplio, pero puede resumirse en tres bloques. Hay más de 28 millones directamente comprometidos para gasto sanitario, de los que la gran mayoría se destinan a la compra de material sanitario para los hospitales. Después, hay una gran partida de unos 15 millones de euros para suscribir los convenios con Sonagar y Elkargi, las sociedades con las que Sodena está trabajando para los avales y créditos a las empresas con problemas. Y, por último, también hay un extra de seis millones de euros para añadir a la Renta Garantizada y responder al repunte de solicitantes. No serán, advirtió el vicepresidente, las únicas medidas. Habrá más y podrán ser acertadas o no, pero "no reaccionar no será el error de este Gobierno". "Esta crisis ya es una realidad y nos hemos puesto manos a la obra con medidas realistas fruto de la buena gestión previa", aclaró.

Hasta ahí, todos de acuerdo. Los problemas surgieron en el debate, en el que hubo dos momentos calientes. El primero, protagonizado a tres bandas entre Navarra Suma, PSN y el Gobierno. Javier Esparza, portavoz de Navarra Suma, volvió a criticar la falta de transparencia, que "brilla por su ausencia"; "la falta de anticipación y la lentitud"; y "la nula autocrítica del Gobierno". Remírez, en su réplica, entendió que se puedan hacer críticas, pero no a la transparencia, "menos cuando se dan ruedas de prensa a diario y se les remite información al Parlamento". Ramón Alzórriz, portavoz del PSN, fue más explícito: "¿Qué pasa, que lealtad es informarle primero a usted de todo?". Da la sensación de que, al margen de que puedan mejorar las explicaciones, la falta de transparencia será una crítica fija por parte de la oposición.

El segundo momento tenso tuvo que ver con parte de las enmiendas aprobadas por la oposición la semana pasada. Remírez reprochó a EH Bildu que la ayuda directa a autónomos fue "el pago político" a Navarra Suma para que la derecha les apoyara su fondo para entidades locales. Enmienda que, a ojos de la portavoz de Geroa Bai, Uxue Barkos, pecó de "boteprontismo". "Quiero matizar las palabras de la señora Barkos", contestó Bakartxo Ruiz, de EH Bildu. "No vale distorsionar la realidad: el Gobierno renunció a negociar vías intermedias, y cuando no se quiere negociar se obliga a los grupos a tomar decisiones", concluyó.

Medidas de seguridad. El Parlamento de Navarra acordó ayer, por unanimidad, el mantenimiento -hasta el 26 de abril, con posibilidades de ampliación- de las medidas extraordinarias de contención que, en el marco del plan de contingencia ante el COVID-19, aprobó el órgano de Gobierno de la Cámara el pasado 16 de marzo. Se trata de la segunda prórroga, tras la decretada el pasado 27 de marzo entre los días 30 de marzo y 13 de abril. La situación derivada por la crisis del coronavirus ha afectado mucho a la actividad del Parlamento, pero no está completamente parado. La Mesa y Junta mantiene sus reuniones de forma telemática, y ya se han celebrado tres plenos extraordinarios para aprobar decretos del Gobierno, además de una comisión de Régimen Foral en la que compareció la presidenta para dar explicaciones de cómo se está gestionando la coyuntura. Las comparecencias pueden celebrarse si hay justificación inaplazable.

"Esta crisis ya es una realidad y nuestro error no será no tomar ninguna decisión"

Vicepresidente del Gobierno de Navarra