- El Gobierno de Pedro Sánchez consiguió ayer, gracias al PNV y a Ciudadanos, la autorización del Congreso para prorrogar por cuarta vez el estado de alarma, aunque recibió duras críticas de toda la oposición, incluso de las fuerzas que le han venido apoyando y que ayer le exigieron alternativas.

Por la mínima, con solo 178 votos a favor, los del PSOE, Unidas Podemos, Cs, PNV, Teruel Existe, Coalición Canaria, Nueva Canarias, PRC, Más País y Compromís, se aprobó la ampliación del estado de alarma hasta el próximo día 24 tras pactar con los nacionalistas vascos y con Ciudadanos algunos aspectos de la desescalada.

Los votos en contra fueron 75 y las abstenciones, incluidas las del PP, ascendieron a 97, un resultado que representa el menor apoyo político con respecto a las otras tres prórrogas aprobadas desde que se decretó el estado de alarma el 14 de marzo.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez recibió este aval a cambio de comprometerse a dar un mayor protagonismo a las autonomías y de aceptar las condiciones que le han puesto los nacionalistas vascos y Ciudadanos.

La desescalada será en “cogobernanza” con las comunidades autónomas, como le exigió a Sánchez el PNV, y se tomarán medidas consensuadas, dijo Sánchez en un hemiciclo en el que ha escuchado críticas a su gestión de todas las fuerzas de la oposición y advertencias para que prepare un “plan B” de gestión de esta crisis que ya ha provocado cerca de 26.000 víctimas mortales. Por todas ellas, se decretará luto oficial una vez el país entre en la “fase 1” de la desescalada y se celebrará un acto de homenaje que ya se está preparando, ha anunciado Sánchez.

El PNV fue decisivo para la prórroga y ahora habrá que ver cómo se concreta este acuerdo en las próximas horas en las negociaciones que mantienen los gobiernos vasco y español, porque la última palabra la sigue teniendo el ministerio de Sanidad, pero Sánchez prometió ayer que quiere que el plan sea pactado preferiblemente. Además, está por escrito, en las enmiendas del PNV que se incorporaron al decreto, y no son palabras que se pueda llevar el viento. Será el lehendakari quien detalle sus propuestas para la desescalada mañana en la Diputación Permanente. Fuentes consultadas por este periódico aseguran que el planteamiento de Urkullu será general para toda la CAV y, en el plano más inmediato, confirman que ha pedido a Sánchez que la comunidad entre el lunes en la fase uno, que permitirá la apertura de comercios, que las terrazas funcionen con un aforo determinado y que se produzcan reuniones entre personas, entre otras medidas. Ayer remitió la documentación al ministerio de Sanidad para dejar claro que cumple los requisitos sanitarios para ello.

Su propuesta Biziberri incluye que el estado de alarma se levante el 24 de mayo para que la CAV recupere todas sus competencias exclusivas y pueda diseñar sus propias actuaciones para la fase dos, una propuesta que va en sintonía con el discurso del PNV, que ayer avisó a Sánchez de que ha votado a favor de esta prórroga pero que debe pensar en levantar ya la excepcionalidad. “Vaya preparando el futuro. Quizás no todas las fases necesitan el estado de alarma. En los próximos días se podrá ir a teatros, celebrar reuniones de personas... Quizás no hace falta controlarlo férreamente con el estado de alarma. No en todos los territorios”, dejó caer el portavoz en el Congreso, Aitor Esteban. Sánchez no dio señales ayer de ponerse en ese escenario con carácter inmediato, y habló de mantener unas semanas más el estado de alarma con el argumento de que es el único instrumento que le permite limitar la libertad de movimientos de los ciudadanos pero, a medida que avanzó el debate y ante las críticas de absolutismo, aclaró que no pretende perpetuarlo. Cada vez parece más difícil que pueda sacar adelante otra prórroga de 15 días, y tampoco el PP parece muy por la labor.

Para el Gobierno vasco también es clave poder celebrar las elecciones en julio, y ese asunto parece encarrilado, a expensas de la reunión de la semana que viene con los partidos vascos.

De entrada, el acuerdo de Sánchez con el PNV aumenta el protagonismo de las comunidades autónomas y el cambio de tono es evidente. Se ha alcanzado una posición intermedia y el mando único será compartido. Sánchez venía de presentar su plan con cuatro fases para la desescalada y de defender un análisis provincial, y no a nivel autonómico, lo que era anacrónico y más propio de los estados centralistas. Ayer defendió que la desescalada será “cogobernada”, “la dirigiremos juntos”, y las comunidades remitirán sus propuestas, le precisarán si quieren cambiar de fase y qué medidas quieren aplicar. Aunque añadió que “las validaciones últimas serán del ministerio de Sanidad”, recalcó que “se adoptará una decisión preferentemente consensuada”.

Además, dejó la aplicación en manos de los presidentes autonómicos, y solo fijó como requisito que en cinco días los territorios acrediten que tienen entre 1,5 y 2 camas de UCI por cada 10.000 habitantes, y entre 37 y 40 camas de agudos. La petición del PNV sobre la cogobernanza la compartían Catalunya, líderes del PP como el gallego Núñez Feijóo, e incluso barones socialistas. De hecho, sus enmiendas las aprobaron no solo los partidos del gobierno, PSOE y Unidas Podemos, sino también ERC, los canarios y UPN. Tuvo 181 votos. EH Bildu se abstuvo.

Tras un intenso cruce de llamadas que implicó, entre otros, a la vicepresidenta Calvo, Moncloa alcanzó un acuerdo con el PNV en la noche del martes. Los seis votos a favor del PNV, y el acuerdo entre Sánchez y Cs sobre la vigencia de los ERTE tras el estado de alarma, propiciaron que el Gobierno sacara adelante en el Congreso de los Diputados una nueva prórroga y que el voto del PP fuera irrelevante. Casado se quedó en la abstención. Esteban apostó por la “cogobernanza y la codecisión”. “Ninguno pretendemos actuar sin responsabilidad para volver a la casilla de salida. Queremos que la rigidez inicial se modifique para que las medidas se puedan adelantar o retrasar en las comunidades autónomas”, aclaró, para añadir después que tiene la “absoluta lealtad” del PNV.

El pleno reflejó un cambio en las mayorías de la investidura, aunque el PNV espera que sea un espejismo puntual. Sánchez amarró como novedad el apoyo de Ciudadanos, pero no el de ERC, que mudó desde la abstención al voto en contra. Cosechó el rechazo unánime de los soberanistas catalanes. ERC es uno de los socios de investidura de Sánchez y el presidente tiene comprometida una mesa de diálogo para buscar una solución política al conflicto catalán. También con el PNV pactó atender a los sentimientos de pertenencia y encarar reformas legales. Cs es un partido centralista que busca lo contrario. Es pronto para aventurar un cambio de eje en las alianzas y la propia Arrimadas, desde Cs, lo enfrió. Además, Cs es incompatible con el PNV y Podemos en las políticas concretas más allá de esta situación excepcional.

Comunidades

Sánchez añadió al decreto las enmiendas del PNV. Una de ellas dice que “en el proceso de desescalada, el Gobierno podrá acordar conjuntamente con cada comunidad autónoma la modificación, ampliación o restricción de las unidades de actuación y las limitaciones respecto a la libertad de circulación de las personas, de las medidas de contención y de las de aseguramiento de bienes, servicios, transportes y abastecimientos con el fin de adaptarlas mejor a la evolución de la emergencia sanitaria”. “En caso de acuerdo, estas medidas serán aplicadas por quien ostente la presidencia de la comunidad autónoma”, añaden.

Elecciones

“El estado de alarma no supondrá obstáculo alguno” para las elecciones autonómicas. Sánchez “dispondrá lo oportuno para que el servicio público de correos, los fedatarios y servicios de su responsabilidad” ayuden.

Trebiño

Recibirán el tratamiento del territorio que los circunde (Araba).

Navarra y la CAV pedirán pasar a la fase uno. También Madrid. Catalunya, ésta solo en tres zonas sanitarias.

“La desescalada será cogobernada. La dirigiremos juntos, con las comunidades”

Presidente del Gobierno

“Hace falta cogobernanza y no actuar sin responsabilidad para volver a la casilla de salida”

Portavoz del PNV en el Congreso

“No descarto una moción de censura contra un Gobierno ruinoso que está abusando del poder”

Líder de Vox