- El grupo de EH Bildu en el Congreso registró ayer lunes una petición de comparecencia del expresidente Felipe González para que hable sobre su supuesta implicación en la constitución de los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación). EH Bildu adopta esta decisión tras conocerse una información sobre una hipotética documentación de la CIA en la que se vincula a González con el inicio de las actuaciones de este grupo, concebido para combatir el terrorismo de ETA al margen de la ley.

El líder de la formación abertzale, Arnaldo Otegi, se refirió ayer a este hecho, aunque para lamentar que tras la publicación de la noticia (en el diario La Razón) “nadie ponga un punto de escándalo” cuando la CIA ha puesto “encima de la mesa”, a través de unos papeles que supuestamente habría desclasificado, que “un presidente de un Gobierno de un país europeo”, en referencia a Felipe González, “puso en marcha una trama criminal”, en alusión al GAL.

A su juicio, “esto es el resumen de la transición y de muchos sectores que tendrían necesariamente que hacer una valoración un poco mas autocrítica de su responsabilidades en todo esto”. En una comparecencia telemática, en un receso de la Mesa Política de EH Bildu, Otegi considera que “para nadie ha sido una sorpresa en este país lo que el domingo anunciaron supuestamente unos papeles desclasificados de la CIA” porque “todo el mundo lo sabía”.

En su opinión, esto permite “hacer un resumen altamente significativo de eso que han llamado la transición y el Estado de Derecho, que son un Rey, jefe del Estado designado por Franco, que además cobraba comisiones desde que era príncipe por cada barril de petróleo y que después ha seguido cobrando comisiones y llevándose el dinero a Suiza”.

La publicación del informe deja claro que Felipe González no logra quitarse de encima el fantasma de los GAL a pesar de los años. En las últimas cuatro décadas ha tenido que driblar todo tipo de informaciones, declaraciones e insinuaciones sobre su implicación en la trama de terrorismo de estado que sacudió Euskadi, sobre todo Iparralde, y el resto del Estado español. Hasta ahora esas acusaciones procedían de Euskadi y de España y Francia, pero la última revelación tiene su sede en los Estados Unidos y lo firma la todopoderosa Agencia Central de Inteligencia, la CIA. El servicio de inteligencia norteamericano ha desclasificado varios documentos y en uno de ellos destaca el nombre del expresidente del Gobierno español. El informe le señala, sin ningún género de duda, como el organizador de los GAL, esto es, la famosa X del entramado de la guerra sucia del Estado contra ETA durante los años 1983 y 1987.

En el informe de la CIA, titulado España: Terrorismo vasco y respuesta gubernamental se afirma de forma clara: “Felipe González ha acordado la creación de un grupo de mercenarios para combatir fuera de la ley a terroristas”. El documento elaborado por un agente de los servicios secretos estadounidense en base a informaciones periodísticas sostiene que el entonces presidente español “está de acuerdo con la formación de un grupo de mercenarios, controlado por el Ejército (Army), para combatir el terrorismo fuera de la ley”.

Es un documento secreto y como es habitual en estos informes desclasificados tras 35 años en la sombra aparecen algunos extractos censurados (sanitized copy, en la jerga de la CIA). Al tratarse de un texto censurado no se puede saber qué frase precede a esa afirmación clave y si está descontextualizada o realmente significa lo que se desprende de esa frase.

Después de otra frase censurada, el agente que elaboró el informe añadía que “los mercenarios no serían necesariamente españoles y tendrían como misión asesinar a los líderes de ETA en España y Francia“. La CIA admite que la operación no solo es ilegal, sino que pone en cuestión la esencia misma de la democracia: “Si la supuesta participación de Madrid es confirmada, las credenciales democráticas del Gobierno y del PSOE quedarían manchadas seriamente”.

Los GAL, que operaron entre 1983 y 1987, mataron a 27 personas, la mayoría miembros o presuntos miembros de ETA y de su entorno político a través de la guerra sucia. Además del asesinato, cometieron varios secuestros y torturaron a sus víctimas. Algunas de ellas no tenían vinculación con ETA y fueron confundidos con su objetivo real.

Los asesinatos de los GAL fueron juzgados años después. Los juicios sentaron en el banquillo al exministro del Interior José Barrionuevo y a su secretario de Estado Rafael Vera, así como el jefe de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo y a los policías Ángel Amedo y Michel Domínguez. Todos ellos fueron acusados a penas reducidas comparando con otras condenas por delitos de naturaleza similar. González nunca ha sido juzgado ante los tribunales, aunque las dudas que siguen vigentes sobre los GAL mantienen viva la sospecha sobre su grado de responsabilidad.

Protagonismo. La AVT no asistirá este año por primera vez al homenaje que el Congreso de los Diputados organiza el Día de las Víctimas del Terrorismo debido al “protagonismo político y reconocimiento” que el Gobierno de Pedro Sánchez da “a los herederos del brazo político de ETA” y al acercamiento de algunos presos a cárceles vascas. En un comunicado difundido ayer, la AVT explica que en su lugar se concentrará a mediodía frente a la Cámara Baja para leer un manifiesto en el que se recordará “a todas las víctimas del terrorismo”. Pretende así “respetar su Verdad, su Memoria, su Dignidad y la Justicia a la que tienen derecho”, ya que “dentro del Congreso hay un Gobierno que no lo está haciendo”.