14,4%

Los datos del Banco de España -publicados el pasado 12 de junio- muestran a Navarra como la cuarta comunidad del Estado menos endeudada, con el 14,4% de su PIB, 3.011 millones de euros.

l Gobierno de Navarra ha llegado al breve parón de los 'no-Sanfermines' con un montón de temas encima de la mesa. La terrible crisis del coronavirus no solo no ha dado tregua en el apartado sanitario, sino que ha puesto en pausa muchos proyectos y ha generado problemas nuevos derivados del impacto económico que tendrá la pandemia.

Y uno de ellos, quizá el más preocupante, es el mazazo que se va a llevar la recaudación pública: 819 millones menos, un 20% del total, según los primeros datos que dio la consejera de Hacienda, Elma Saiz, en el mes de abril. Hacienda tendrá datos "más reales" este mismo mes, como vaticinó la propia Saiz el pasado 29 de junio, pero a tenor de las negras proyecciones que hace Europa -que ayer empeoró las previsiones de caída del PIB para España- no parece que los próximos datos puedan ser más alentadores.

A la merma de ingresos hay que sumar el gasto extraordinario provocado por el coronavirus, y que a 24 de junio, también según Hacienda, ya era de 186 millones. Es decir, que el Gobierno foral se enfrenta a la posibilidad de que se genere un agujero de alrededor de 1.000 millones que de alguna forma habrá que tratar de compensar, y para el que se barajan varias salidas. No hay nada decidido, el panorama es muy cambiante y antes de tomar cualquier decisión tienen que despejarse algunas incógnitas, como qué pasara finalmente con las ayudas europeas. Pero deben contemplarse muchos escenarios pese a que Saiz es optimista de cara a una "recuperación fuerte" para 2021, algo que afirmó después de un estudio del Instituto de Estadística de Navarra, que vaticinaba que el 80% de las empresas navarras puede recuperar su ritmo pre-covid en ese año.

De lo primero que se ha tirado es del remanente de tesorería. Navarra hizo las cosas bien en 2019 y terminó el año con alrededor de 100 millones en la caja, después de asumir algunos compromisos con la función pública. Eso ha servido como colchón para los gastos imprevistos por la pandemia, pero ha sido necesario más. Por ejemplo, "reprogramar partidas", o lo que es lo mismo: retirar dinero de una partida que por la pandemia no se haya podido ejecutar -una convocatoria de empleo público- y pasarla a la de gastos extraordinarios. Así se han rascado 6,7 millones.

También se ha hablado mucho de las ayudas del Estado. En principio, el Gobierno central había dispuesto un fondo de 16.000 millones para todos los territorios. Pero Navarra se ha quedado fuera de la parte de 5.000 millones destinada a compensar pérdidas de ingresos en las comunidades autónomas por el régimen foral de Navarra. La ministra Montero lo anunció el 16 de junio, el mismo día que dijo que se negociaría con Navarra una "compensación" en el marco del Convenio Económico. Saiz ha dicho en más de una ocasión que hay conversaciones pendientes, y ver en qué consistirá la compensación será una de las incógnitas del verano. El Gobierno foral, a día de hoy, no vería con malos ojos que el Ministerio le permitiera relajar el objetivo de déficit -los Presupuestos de Navarra, aprobados a finales de febrero, están hechos con un objetivo de déficit del 0%- si eso no va a provocar en el futuro problemas financieros a Navarra. De los 11.000 millones restantes, poco se sabe. Algunos grupos denunciaron que el decreto también deja fuera a Navarra, y la consejera Saiz manifestó el 17 de junio que por "seguridad jurídica" es mejor no hacer especulaciones, aunque el día 24 ya habló de que han llegado a la Comunidad Foral 9,3 millones para el refuerzo de la educación y la sanidad.

Otro de los temas pendientes de dilucidar tiene que ver con las ayudas europeas. El 19 de junio era una fecha marcada en rojo para aclarar el futuro del fondo de recuperación de 750.000 millones para toda la UE, pero acabó sin muchos avances. En esa misma reunión, y en vistas a que no se iba a alcanzar un acuerdo, El País aseguró que Macron fijó la fecha del 27 de julio como tope para firmar el fondo, por lo que puede haber noticias en breves.

Y entre tanta ayuda externa, ha sobrevolado sobre el debate la posibilidad de que Navarra aproveche su buena reputación en los mercados para captar dinero barato, ahora que la crisis todavía no ha afectado a la solvencia de la Comunidad Foral. Durante la legislatura pasada se le dio la vuelta a la preocupante situación financiera de Navarra, se pusieron en orden las cuentas y Standard & Poor's, una de las referencias en calificación crediticia, otorgó a Navarra la máxima nota posible, dos escalones por encima de la del Estado. Esa tendencia se ha mantenido y permite a Navarra obtener dinero a menos coste. Una de las propuestas pasa por aprovechar esa buena reputación para captar fondos a gran escala. Hay quien sostiene que Navarra, con cierto margen de deuda sobre el PIB -actualmente está en el 14,4%, según datos del Banco de España a 12 de junio-, tiene bastante límite como para captar hasta 800 millones, que sería más o menos el equivalente a cuatro puntos porcentuales.

Hay una última baza, que quizá sea la que más tarde en despejarse: la de subir los impuestos. Y merece la pena subrayar la posibilidad de que tarde en aclararse, porque la consejera Saiz vio "prematura" decir nada hasta no tener "todas las piezas del puzzle". Y parece que puede ir para largo.