El Hospital Gregorio Marañón ha ofrecido una serie de consejos para prevenir y actuar ante un atragantamiento infantil, especialmente en estas fechas con numerosas reuniones familiares en torno a la comida, en las que algunos alimentos pueden quedar atascados en la garganta con mayor facilidad.
“Este tipo de accidentes ocurren con más frecuencia en estas fechas, con motivo de las uvas de Nochevieja y durante las reuniones alrededor de la mesa, por lo que es importante no perder de vista a los más pequeños”, ha recordado el centro hospitalario en un comunicado.
Prevención durante las comidas
Desde el Servicio de Urgencias Pediátricas del hospital insisten en la importancia de prevenir desde la preparación de los alimentos, especialmente las uvas, que deben cortarse en cuatro porciones o gajos. Otros alimentos redondos u ovalados de tamaño similar deben seguir el mismo procedimiento para evitar que mantengan una forma peligrosa que pueda quedar atrapada en la garganta.
Los especialistas también recomiendan extremar la precaución con frutos secos, caramelos y chicles, así como con aceitunas y embutidos cortados en rodajas. Asimismo, advierten de la necesidad de mantener fuera del alcance de los niños bolsas de plástico, juguetes y objetos pequeños como botones, monedas o pilas de botón, que además pueden provocar quemaduras o intoxicaciones graves.
Estos accidentes suelen producirse de forma inesperada, por lo que es fundamental conocer las maniobras de actuación mientras se pide ayuda o llegan los servicios de emergencia.
Cómo actuar ante un atragantamiento
Los consejos también están disponibles en el canal oficial de YouTube del hospital (@HGregorioMaranon). Según explica María Escobar, pediatra del Servicio de Urgencias Pediátricas, “si el niño tose de forma enérgica, hay que acompañarle, mantenerlo incorporado y animarle a seguir tosiendo”.
“Si la tos deja de ser efectiva, el niño empieza a toser menos y aparece un cambio de coloración, lo más importante es llamar al 112 y comenzar las maniobras de desobstrucción”, añade.
En menores de un año, se debe comprobar si hay un objeto visible y fácil de extraer en la boca. Si se ve claramente, hay que introducir el dedo por el lateral en forma de gancho para retirarlo. Después, se coloca al bebé sobre el antebrazo, ligeramente inclinado hacia abajo, y se aplican cinco golpes secos entre los omóplatos con el talón de la mano. A continuación, se le da la vuelta y se realizan cinco compresiones torácicas con dos dedos en el centro del pecho, dos dedos por encima del esternón.
Estas maniobras deben repetirse cinco y cinco hasta que el niño expulse el cuerpo extraño y respire con normalidad o empeore y pierda el conocimiento, en cuyo caso se iniciarán las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). En niños mayores de un año, también se debe comprobar primero la boca. A continuación, se aplican cinco golpes secos en la espalda entre las escápulas y se realiza la maniobra de Heimlich, colocando los brazos por debajo de las axilas del niño.