- La Fiscalía suiza investiga otra salida millonaria de parte de la cuenta que el rey emérito, Juan Carlos I, habría tenido en el país helvético como parte del entramado que le permitió recibir regalos millonarios por parte de la realeza saudí, según publicó ayer el periódico El País. Las investigaciones se centran en un traspaso de 3,5 millones de euros de la cuenta de Lucum en Mirabaud hacia la del abogado Dante Canónica. El ministerio público suizo cree que se puede estar produciendo un blanqueo de capitales y que el dinero podría haber sido diseminado a otras cuentas, como parte de pagos para hacer reformas en mansiones y comprar apartamentos de lujo. Se trata de una vertiente más en la inquietante -como dijo el presidente Sánchez- trama de las mordidas que afectan al rey emérito, del que la semana pasada se conocía que durante cuatro años, entre 2008 y 2012, había retirado hasta 100.000 euros mensuales de la cuenta suiza en la que guardaba el dinero de los regalos que le hacían las monarquías. Otro aspecto curioso que se conoció ayer mismo según revelaba El Español es que el emérito se dio de alta en Mirabaud especificando que su profesión era la de rey.

Las informaciones se suceden y a cada rato los ministros del Gobierno se ven forzados a posicionarse. Ayer, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, entendió el debate sobre los aforamientos y la inviolabilidad del rey porque "enriquece la democracia", si bien no se mostró partidario en abordar un diálogo sobre la utilidad de la Monarquía, ya que considera que es "tremendamente útil".

Así lo aseguró durante su intervención en un desayuno informativo organizado por Europa Press, al ser preguntado por esta posibilidad después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apostara por afrontar un cambio de la Constitución, a raíz de que la Fiscalía haya abierto una investigación al Rey emérito por el presunto cobro de comisiones por interceder en el contrato del AVE a La Meca.

"Es un tema que tenemos que analizar", dijo Campo, al mismo tiempo que recordó que esta modificación "necesita unos apoyos enormes". Aun así, destacó que "todo en derecho es revisable". Lo que no es revisable, dijo, es que "todos somos iguales ante la ley", y que al mismo tiempo existe la "presunción de inocencia". En este sentido, ha querido trasladar un mensaje de "tranquilidad" y "confianza" en la Fiscalía para que, con su "autonomía" de actuación, y en el Poder Judicial, con su "independencia", pongan "negro sobre blanco en lo que haya que poner, si hay que poner". "Tenemos los mecanismos, dejémosles que funcionen", concluyó.

Todo lo que se está hablando ha dado pie a que vuelva a la escena un viejo conocido del monarca: el instructor del caso Nóos, José Castro, juez ya jubilado y que desde su juzgado de Palma investigó la trama de ilegalidades que involucraron a Urdangarín y la infanta Cristina. En una entrevista en IB3 TV, Castro consideró que es "una aberración" interpretar que la inviolabilidad del rey plasmada en la Constitución equivale a impunidad. En esta línea, Castro ha reflexionado razonando que si los autores de la Constitución hubieran querido hacer totalmente invulnerable la figura del Rey, podían haberlo redactado de ese modo de forma expresa.

En este contexto, se ha preguntado si el referéndum para la ratificación de la Constitución española en 1978 hubiera tenido el mismo resultado de haberse plasmado expresamente que se hacía al Rey impune. "Hemos comprado una cosa y cuando hemos abierto el paquete nos hemos dado cuenta de que lo que nos han vendido es otra cosa", enfatizó. Así, el texto actual "necesita ser completado por la interpretación de los tribunales" y "la interpretación que han dado es lamentable", en opinión del magistrado. "Es una aberración jurídica que atenta contra la propia Constitución", y que además no cree que tenga mucha solución dados los pronunciamientos del Constitucional.

Por último, consideró que Juan Carlos I "ya apuntaba maneras" cuando él mismo era instructor del caso Nóos, en referencia a la donación millonaria a la infanta Cristina para la compra de Pedralbes.

3,5

Es la cantidad de dinero que investiga la Fiscalía suiza como salida de la cuenta del emérito, según 'El País’.