- Juan Carlos I disfrutó de un viaje a la Polinesia Francesa a principios de 2016 con dinero de una sociedad instrumental controlada por su primo Álvaro de Orleans, según informó ayer El Confidencial. La sociedad en cuestión, la Fundación Zagatka, habría sido utilizada por Álvaro de Orleans para ocultar parte de su fortuna en el extranjero. La clave de las diligencias abiertas por la Fiscalía del Cantón de Ginebra es que, en este caso, el rey emérito habría disfrutado de dinero de cuentas opacas después de haber abdicado y haber perdido, en consecuencia, su condición de inviolabilidad.

Según relató el diario digital, tras pasar los últimos días del año 2015 en Los Ángeles, Juan Carlos I viajó hasta la isla de Tahití, donde pasó su 78 años cumpleaños. El rey emérito habría vuelto a EEUU el 9 de enero, según las facturas que emitió la agencia de viajes, Midas Travel Management. Los cinco billetes de ida y vuelta (el del monarca y sus cuatro guardaespaldas) desde Los Ángeles a Papeete (capital del archipiélago polinesio) ascendieron a 26.311 libras esterlinas, unos 32.900 euros al cambio de ese momento.

El dinero fue sufragado por una cuenta en Credit Suisse controlada por la Fundación Zagatka, pero esta no pagó directamente a la agencia de viajes, sino que el dinero fue a parar al primer exmarido de Corinna Larsen, Philip Adkins, con quien el emérito mantiene una relación de amistad. El exmarido de su amante, a través de su empresa Cadenza Evening Limited, adelantó en octubre de 2015 el importe de los billetes del rey y sus escoltas a la Polinesia Francesa.

Al mes siguiente, el entorno del rey emérito y su principal testaferro en Suiza, Dante Canonica, se pusieron en contacto con la secretaria de Álvaro de Orleans para que Zagatka pagase los 32.900 euros que había avanzado Philip Adkins a una sociedad offshore presuntamente administrada por él, Fathomless Advisory Services Limited. Sobre las presuntas consecuencias legales de este viaje de lujo con dinero opaco, El Confidencial apunta que, de demostrarse el origen ilício del dinero de la Fundación Zagatka, se habría cometido un delito de blanqueo de capitales. También habría habido falsedad documental en la factura emitida por la empresa del exmarido de Corinna para encubrir la procedencia de los fondos.

El rey emérito, que ya está siendo investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo por las comisiones del AVE a la Meca, también habría mediado para que la empresa española Indra consiguiera contratos en el mercado de Arabia Saudí. Según publica El Confidencial en otra noticia, Juan Carlos I envió una carta al ministro de Defensa saudí en 2006 para pedirle una reunión con directivos de Indra, aprovechando un viaje del presidente la compañía, Javier Monzón. El desplazamiento, que tuvo lugar semanas después, estuvo encabezado por el propio rey emérito.

El Mundo también publicó ayer una carta de Corinna Larsen dirigida a la Zarzuela, tras la negativa de la Casa Real de entablar una negociación con ella. En la misiva, fechada el 23 de abril de 2019 y enviada al jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, la examante del rey amenazó con destapar información sensible que implica al “corazón de la Casa Real, sus finanzas y sus conexiones íntimas con el CNI”.

Según el diario, la carta es una respuesta a otra misiva que le envió Alfonsín el 21 de marzo, en la que le amenazaba con acciones judiciales si “involucraba” a Felipe VI en las operaciones en Suiza de su padre. Previamente, Corinna había informado a Felipe VI de que su padre le pidió devolver los 65 millones de Arabia Saudí el año de su abdicación.

“Nuestra cliente está profundamente preocupada por la posición adoptada en su carta del 21 de marzo. Su rechazo a poner en marcha unas negociaciones de buena fe, designar un representante para abrir un canal de comunicación o iniciar cualquier otro tipo de conversaciones con ella (Corinna) es un error. Parece que no han entendido la seriedad de los asuntos abordados y su posible impacto en la Casa Real”, reflejaba la carta del 23 de abril de 2019.

Votación en Juntas. Las Juntas Generales de Bizkaia rechazaron retirar el título honorífico de Señor de Bizkaia al rey emérito, así como declarar personas non gratas en este territorio tanto a Juan Carlos I como a Felipe VI. Ambas acciones fueron propuestas por Podemos al creer que el emérito “se ha enriquecido de forma supuestamente ilegal y aprovechándose de su posición” y el segundo “ha renunciado a la herencia, pero no al cargo heredado”. La iniciativa solo tuvo el voto a favor de EH Bildu. El jeltzale Andoni Atutxa lo justificó porque las Juntas no han reconocido desde 1979 “a ningún señor o señora de Bizkaia” y que se trata de un título “honorífico”.