La COVID-19 ha modificado muchos aspectos de la vida cotidiana, entre ellos el "merchandising", que ha encontrado un nuevo soporte publicitario en las mascarillas, que han aportado colorido a una Conferencia de Presidentes marcada por el sofocante calor y el tedio durante las horas de espera hasta que han comparecido las autoridades.

El Gobierno de La Rioja ha recibido en San Millán de la Cogolla a los asistentes con unas mascarillas con el logotipo institucional del la XXI Conferencia de Presidentes, celebrada este viernes en el Monasterio de Yuso, Patrimonio de la Humanidad.

Estas mascarillas, rígidas y blancas, han sido algunas de los modelos que se han visto en San Millán, muchas con banderas y escudos autonómicos, otras con textiles a la moda y, la mayoría, de las más simples, azules quirúrgicas, como la que ha lucido el rey.

La presidenta de La Rioja, Concha Andreu, ha ejercido de "embajadora" de las mascarillas conmemorativas, fabricadas en la ciudad riojana de Arnedo, que también han lucido la presidenta del Senado, Pilar Llop; las vicepresidentas tercera y cuarta, Nadia Calviño y Teresa Ribera, respectivamente; y el ministro de Sanidad, Salvador Illa.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha optado por un modelo de tela negra con un pequeño detalle de la bandera española; mientras que el lehendakari, Íñigo Urkullu, y los presidentes de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, y de la Comunidad Foral de Navarra, María Chivite, también han optado por tonos oscuros.

Más atrevidos han sido el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, con una colorida tela granate; y su homóloga de Illes Balears, Francina Armengol, quien ha optado por una mascarilla estampada con dibujos en tonos blancos y negros.

El asturiano Adrián Barbón ha preferido un modelo azul; mientras que el aragonés, Francisco Javier Lambán, ha incorporado una pequeña bandera de su comunidad en un lateral de su mascarilla blanca.

Los más de 150 periodistas e informadores gráficos que han seguido al aire libre la Conferencia de Presidentes desde el patio del monasterio han tenido que lidiar con temperaturas de hasta 35 grados, apenas aliviados por unas lonas colocadas para proporcionar sombra y dos ventiladores gigantes.

La primera ola de calor de este verano ha provocado aún más molestias por el uso de las mascarillas, que, en momentos, han hecho todavía más complicado respirar y trabajar.

Un catering del restaurante "La vieja bodega", del municipio riojano de Casalarreina, ha puesto punto final a la reunión de los presidentes autonómicos, quienes han compartido un almuerzo informal en el claustro del monasterio junto a los miembros del Gobierno.

Gazpacho de piquillos, mini cremoso de queso de Cameros, cazuelita de pochas con verduritas riojanas y chorizo, croquetas de jamón ibérico y pimientos rellenos de carne han sido los platos que han podido degustar las autoridades, rubricados, de postre, con una crema helada de uva verde.