- Las administraciones públicas podrán cuadrar los presupuestos de este 2020 y elaborar los del año que viene sin verse sometidos al corsé de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. De forma sorpresiva, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, comunicó ayer que el Estado ha decidido cancelar las reglas fiscales para este ejercicio y el próximo. La noticia fue bien recibida en líneas generales, entre otras razones porque viene a confirmar que esta crisis no se quiere resolver con la austeridad aplicada en 2008 con las nefastas consecuencias de sobra conocidas. Ahora se pretende que el aumento del gasto público haga frente a las necesidades sociales derivadas de la pandemia y que se recurra al endeudamiento para financiarlo.

El giro dado por el Gobierno de España llega después de que la Comisión Europea le recomendara dejar en suspenso el denominado pacto de estabilidad, siguiendo la estela de otros países del entorno, que ya han tomado medidas similares desde meses atrás.

Esta decisión deja sin efecto el techo de gasto y los objetivos de déficit y deuda pública establecidos, pese a que hasta la semana pasada el Ministerio de Hacienda pretendía aprobarlos y tramitarlos en el Congreso. El Estado, no obstante, hizo una llamada a la responsabilidad de todas las instituciones para que contengan el gasto en la medida de lo posible. Además, avanzó que existirán unos niveles de déficit de referencia que servirán para permitir el funcionamiento presupuestario ordinario de ambos ejercicios y que serán trasladados a las comunidades autónomas el próximo lunes en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).

Navarra participó ayer de esa satisfacción generalizada que generó este anuncio. No hay que olvidar que la Comunidad Foral tuvo varios meses abierta una negociación con la Hacienda estatal hasta conseguir que le permitiera incrementar el límite de déficit, que antes de la crisis del covid-19 estaba fijado en el 0% para 2020. En julio, logró que le autorizara un déficit del 2,3% revisable al alza, que el pasado día 17 se elevó hasta el 2,6%. Este porcentaje significaba que Navarra podía emitir deuda por unos 500 millones de euros. Una cifra casi coincidente con los 538 millones que prevé de caída de ingresos para este año, con lo cual podría solventar el curso sin verse en la obligación de aplicar recortes.

Pese a ello, desde la Hacienda Foral se está a la espera de que Moncloa pueda ser más precisa con los niveles de gasto permitidos. "El Gobierno de España no renuncia al principio de estabilidad presupuestaria", advirtió la ministra Montero, quien dijo que "se suspende la regla de gasto pero no la responsabilidad fiscal" y añadió que "todos tendremos que hacer presupuestos razonables".

En cualquier caso, esta medida permite a todos las administraciones públicas, empezando por el propio Gobierno de España, a elaborar los Presupuestos de 2021 más expansivos y con más posibilidades de recabar los consensos para ser aprobados.

La supresión temporal de las reglas fiscales que han imperado desde 2012 supone también que los ayuntamientos puedan utilizar sus remanentes de tesorería. No se trata en absoluto de un tema menor. De hecho, el pasado 10 de septiembre el Gobierno de Sánchez recibió su primera gran derrota parlamentaria cuando intentó sin éxito que las entidades locales cedieran al Estado sus remanentes o ahorros a cambio de recibir dinero de un fondo de 5.000 millones.

Además, también queda cancelada la exigencia de destinar el superávit para reducir deuda. Aun siendo deseable, quedará en suspenso en estos años, por lo que los objetivos de estabilidad ya no actuarán como límite en el destino del superávit de las comunidades autónomas y entidades locales para financiar Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS).

2,6%

Navarra acordó con el Estado elevar el límite de déficit para este año desde el 0% fijado antes de la pandemia hasta el 2,6%, lo que le autoriza a pedir deuda por valor de unos 500 millones.

538

La Hacienda Foral calcula que este año sufrirá una caída de la recaudación de unos 538 millones.