- El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha denunciado ante la Policía amenazas de muerte recibidas en redes sociales en las últimas horas tras pedir al Tribunal Supremo investigar al vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias por tres delitos relacionados con la pieza Dina, en el marco del conocido como caso Villarejo.

La decisión fue comunicada ayer jueves la Sala de Admisiones de lo Penal del Supremo ha solicitado a la Fiscalía de este órgano que informe si procede abrir causa al vicepresidente segundo y al resto de investigados, de acuerdo a la exposición razonada de García-Castellón contra los aforados.

El titular del Juzgado número 6 de la Audiencia Nacional ha trasladado a la Policía que ha recibido amenazas de muerte en la red social Twitter a raíz de la exposición razonada remitida al Supremo. En marzo de 2019, el Ministerio del Interior puso escolta a García-Castellón tras denunciar un allanamiento en su domicilio. El juez llamó a la Policía porque un individuo sin identificar accedió a su vivienda particular en Madrid por la tarde mientras un familiar se encontraba en el interior.

La Policía Nacional se personó en el domicilio, donde tomó declaración al familiar del juez García Castellón y buscó huellas del asaltante. Las diligencias policiales apuntaron a que este individuo estuvo varios minutos en la vivienda y recorrió varias estancias; posteriormente, salió dejando la puerta principal abierta. Fue otro familiar el que alertó de esta circunstancia al acceder a la casa. El asaltante no sustrajo ningún objeto de valor ni documentos o el ordenador personal que utiliza el juez de la Audiencia Nacional. La puerta de acceso tampoco fue forzada.

El senador de UPN, Alberto Catalán, pidió ayer la dimisión de Pablo Iglesias. Catalán se preguntó “qué hubiese dicho y exigido Iglesias si los presuntos delitos los hubiese cometido un vicepresidente perteneciente a otro partido político”. “Ustedes tienen dos varas de medir. Una para ustedes y otra para los demás. Ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Presunción de inocencia, sí. Pero para todos”, afirmó.