- Perpinyà, la Catalunya Nord, fue el escenario escogido por los tres últimos presidentes del Govern, en una imagen representativa, para trasladar a Europa la represión a la que se han visto sometidos por el Estado español, que les ha depuesto de su cargo por uno u otro mecanismo. "Diálogo, negociación y mediación internacional" fue la reclamación que trasladaron Artur Mas, Carles Puigdemont y Quim Torra, contraprogramando la visita de Felipe VI a Barcelona.

La presencia de Mas no fue baladí. Después de quedarse en el PDeCAT en pleno divorcio con JxCat, e incluso trasladando públicamente su contrariedad con la estrategia de Puigdemont, el president del 9-N quiso arropar a sus dos excompañeros de cargo para denunciar el comportamiento de España y de sus poderes ejecutivo y judicial. El Jefe de Govern del 1-O se situó en medio de los otros dos, una instantánea que tampoco es causalidad, y que además le erige como referente del espacio implosionado al que representa. Recordaron además que Jordi Sànchez y Jordi Turull tampoco pudieron aspirar a la presencia pese a ser postulados como candidatos. "Todos hemos sido inhabilitados o destituidos". Un mensaje que, señalaron, trasciende de su posición independentista.

En un manifiesto conjunto, la Declaració de Perpinyà, denunciaron que su "compromiso con el mandato democrático de una mayoría reiterada de los catalanes" es lo que les ha llevado a ser cesados o inhabilitados: "Que los últimos tres presidentes elegidos democráticamente en Catalunya hayamos sido golpeados por la represión del Estado español es una clara señal de la gravedad del conflicto que vive nuestro país", sentenciaron. Después de que Torra asegurara que en sus dos años al frente del Govern ha "comprobado" que la mesa de diálogo "aparece y desaparece a conveniencia del Gobierno central" y que Mas verbalizara el "escepticismo" de los tres, todos se pronunciaron a favor de la mediación internacional aunque sea actualmente compleja.

"Seguro que no la lograremos si no la pedimos, todos los conflictos del mundo que se han resuelto han tenido mediación y si no internacional, como mínimo independiente y neutral", expuso Puigdemont, dispuesto a "persistir". "No es un regalo, es una conquista", añadió Mas. Y se gana en las urnas, coincidieron en su demanda al soberanismo para sobrepasar la barrera del 50% de los votos. "Si la mayoría independentista es cada vez más amplia, la mediación internacional estará cada día más cerca", razonaron. "No vemos ninguna otra salida que forzar la mediación internacional con la fuerza de los votos", zanjó Torra.

"Una imagen vale más que mil palabras y hoy, la imagen, es la de los tres últimos presidentes represaliados por el Estado español", inició Mas su discurso. "Estamos hoy aquí como representantes de una institución que está claramente por encima de los partidos", justificó su presencia el exlíder convergente. A su juicio, "con esta España no se puede construir una buena Europa". "Porque cuando ponemos las urnas dicen que es desobediencia, cuando nos manifestamos que es sedición y cuando ejercemos el derecho natural a la autodeterminación que es un golpe de Estado", argumentó.

Puigdemont aludió a la presencia de Felipe VI en Barcelona. "El mismo rey de una monarquía restablecida por el dictador Francisco Franco y que en los seis años desde que es rey de los españoles ha inhabilitado o destituido a todos los presidentes de la Generalitat", recriminó. "Un vergonzoso récord". Cerró las intervenciones Torra: "Los tres representamos 10 años de un laberinto y de los laberintos se sale saltando los muros".

"Todos los conflictos del mundo que se han resuelto han tenido mediación neutral"

Expresident de la Generalitat

"Representamos diez años de un laberinto y

de los laberintos se sale saltando los muros"

Expresident de la Generalitat

"Si ponemos urnas es desobediencia; si te manifiestas, sedición; y si votas, golpe de Estado"

Expresident de la Generalitat