El pleno del Parlamento de Navarra ha aprobado este jueves por unanimidad una moción que insta al Gobierno foral a evaluar el deterioro de la salud percibida por la ciudadanía y la aparición de síntomas de malestar psicológico y emocional ligados a la pandemia.

En defensa de la iniciativa, Ana Isabel Ansa, de Geroa Bai, ha afirmado que con el deterioro de la salud por un virus desconocido hasta ahora, las restricciones a la movilidad y los confinamientos "la salud mental puede empeorar y de hecho ha empeorado ya en muchos casos".

De ahí que su grupo quiera que el Gobierno haga una evaluación e implemente programas de prevención y promoción de la salud para toda la población, incluyendo programas de acompañamiento y refuerzo a la población vulnerable.

"Hay personas con recursos pero otras no los tienen y en los próximos meses sufrirán un estrés mantenido, por lo que las intervenciones de apoyo de salud pública son fundamentales", ha afirmado, y recordado que en el empeoramiento de la salud mental inciden muchos factores que están desembocando en estrés, insomnio, depresión o ansiedad.

Además ha señalado que las personas con problemas de salud mental, dependientes y sus cuidadores han visto empeorar su estado, como también los profesionales sociosanitarios y quienes padecen la covid persistente, a lo que ha sumado el riesgo que para extender los contagios suponen las conductas desadaptativas.

Cristina Ibarrola, de Navarra Suma, ha considerado "una obligación medir el impacto para mejorar", aunque ha cuestionado que no se hiciera tras el fin de a primera ola de la pandemia para evitar ahora problemas psciológicos y emocionales que parecen con la segunda.

Tras recordar que la sanidad navarra ha tenido siempre un alto nivel de calidad, ha subrayado que es interesante conocer la percepción que sobre su salud tienen profesionales y ciudadanos ya que el impacto de la pandemia en esta comunidad "ha sido enorme" y, aunque bajan los contagios, las cifras de incidencia, hospitalizados y fallecidos siguen siendo elevadas.

Y las condiciones en que se han producido estas circunstancias tienen consecuencias, como también la incertidumbre sobre la duración de la pandemia, la disponibilidad de una vacuna, el miedo al contagio, la tristeza, las personas con síntomas persistentes cuya evolución se desconoce son otros elementos a tener en cuenta. igual que el acceso al sistema sanitario, las desprogramaciones o el aumento de las listas de espera.

Ibarrola ha añadido que estas consecuencias tienen además un coste económico tanto sanitario como laboral, por lo que es importante evaluar para implementar mejoras y orientar actuaciones.

"El campo de la salud mental ha sido el que más se ha afectado traumáticamente durante esta pandemia y es esperable un aumento de las patologías y un empeoramiento" de las ya diagnosticas, por lo que "hay que evaluar el deterioro de la salud y poner remedio", ha aseverado la socialista Patricia Fanlo.

Ha recordado al respecto que esta "es la mayor crisis sanitaria, social y económica que hemos conocido en los últimos cien años" y la atención sanitaria "se ha tenido que transformar" mientras los profesionales aprenden cada día de la acción directa del coronavirus y de los "efectos colaterales del confinamiento y la nueva normalidad", ha destacado la socialista Patricia Fanlo.

Lo que ha traído unas "complicaciones mutisistémicas" y "también a nivel de salud mental y neuropsiquiátrico", unas consecuencias en casos "persistentes" y en otros "devastadoras", unidas a "cuadros de culpabilidad y miedo" entre la ciudadanía, que también sufre duelos más complicados que en una situación de normalidad.

Ha añadido que hay además un repunte en patología psiquiátricas como el trastorno obsesivo compulsivo y la población pediátrica con autismo o discapacidad intelectual ha empeorado.

Patricia Perales, de EH Bidu, se trata de una iniciativa oportuna porque esta pandemia afecta más a las personas en situación más vulnerable y eso exige "priorizar" reforzando algunas herramientas, modificando otras y creando nuevas.

En este sentido ha apuntado que la Red Navarra contra Pobreza o SOS Racismo ya tienen identificadas carencias y problemas, por lo que a la hora de abordar el problema hay ha apostado que hacer especial hincapié en estos colectivos más desfavorecidos e identificar el origen de los malestares emocionales y psicológicos.

Por Podemos, Mikel Buil ha indicado que hay estudios que están avanzando grandes problemas observados ya en la población, por lo que se deberá abordar este asunto de una forma completa pero a la vez "ágil" para poder intervenir, y ha advertido del aumento de consumo de fármacos y otras sustancias y de la incidencia de la covid en algunas profesiones, por lo que ha defendido un abordaje "integral" desde la prevención.

"A nadie se nos escapa que la pandemia ha influido en la merma de la calidad de vida de muchas personas y en especial" de personas enfermas, que viven solas y mayores, ha precisado Marisa de Simón, de I-E, quien ha considerado "fundamental" la prevención, pero sin embargo estos daños en la salud mental son "colaterales" por las propias medidas tomadas para combatir el virus.