No es escenario que hubiera querido Mikel Irujo (Caracas, 1972) para llegar al Consejo de Gobierno. Padre de tres hijos, alcanza el Departamento de Desarrollo Económico tras una trayectoria profesional vinculada a la Unión Europea. Es doctor en Derecho Europeo por la EHU-UPV, así como licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra (1995). Además, ha cursado posgrado de estudios especializados en política europea (Universidades de Saint Louis y Libre de Bruselas, 2002) y obtuvo el Diploma de Estudios Avanzados en Derecho Comunitario por la UNED en 2004.

La tradición política es cosa familiar. Es hijo de Pello Irujo, histórico dirigente abertzale, primero en el PNV y luego en EA, y de la escritora Arantzazu Amezaga. También sobrino-nieto de Manuel de Irujo, ministro de Justicia en el Gobierno de la República (1931-1936). Su familia tuvo que exiliarse en Venezuela durante el franquismo.

Irujo estuvo políticamente vinculado a Eusko Alkartasuna, de cuya Ejecutiva llegó a ser portavoz entre 2007 y 2009, además de europarlamentario en una candidatura conjunta con ERC. Discrepancias políticas, y el deseo de volver a la empresa privada le llevaron de vuelta a la editorial Thomson Reuters Aranzadi, donde fue promotor y responsable de la Unidad de Licitaciones de la UE. Es además autor o coautor de diversas publicaciones (monografías y artículos) relacionadas con el derecho europeo, entre ellas Panorámica actual de la comitología (Aranzadi, 2003), El coste de la no Europa (2008) o Basque political system (Universidad de Reno, 2012).

Experto en legislación comunitaria, cuenta con amplia experiencia y conocimiento de las instituciones europeas, tanto desde el punto de vista político como profesional. Un currículum que en 2015 motivó la llamada de Uxue Barkos para relanzar la Delegación en Bruselas tras el último Gobierno de UPN. Una labor desde la que ha dado impulso a diversos proyectos europeos en Navarra, ha fomentado la colaboración transfronteriza y ha desarrollado una labor diplomática ante las instituciones de la UE.

Afiliado al PNV, en 2019 amplió sus competencias con la nueva Dirección General de Acción Exterior, y a partir de la semana que viene, como consejero de Desarrollo Económico. Área con la que ha trabajado de forma habitual los últimos años, pero que le va exigir una mirada más amplia que la meramente europea. Y también mucha cintura para sostener las alianzas con el sector privado tejidas por su predecesor, y sumar mayorías en un Parlamento en el que deberá mostrar también capacidad de oratoria.