- El Parlamento de Navarra abordó este lunes un debate que, en otras cámaras autonómicas y también en las Cortes, ya está zanjado: si tiene sentido que los grupos parlamentarios que sustentan al Gobierno de turno puedan formular preguntas de control. Y hubo quienes opinaron que hay que diferenciar los escenarios y dejar que el Legislativo ejerza sus funciones sin atender a la composición del Gobierno; y quienes, ahora que están en la oposición, creen que el fuego amigo de las preguntas de control solo sirve para "blanquear" al Ejecutivo.

Fue el caso de Navarra Suma, que a través de Carlos Pérez-Nievas defendió que solo ellos controlan a Chivite y sus consejeros, y que el resto solo "blanquea".

De hecho, Pérez-Nievas llegó a decir que este proceder es contrario al espíritu que emana de la ley, y las preguntas que se hacen "sobre cuestiones intrascendentes" son "propaganda para mayor gloria del consejero de turno" y con las que se blanquean otras cuestiones por las que sí se preocupa la sociedad.

"Es un sinsentido que quien apoya al Gobierno diga que lo controla", sostuvo, y añadió que en realidad "se trata de debilitar la labor de la oposición y la labor de control", por lo que es a su juicio "una mala función social". Por el contrario, para la parlamentaria socialista Ainhoa Unzu las cuestiones que se le plantean al Ejecutivo foral desde los partidos que pactaron su formación y lo sostienen versan sobre "temas importantes y de actualidad", por lo que resultan "de utilidad", más allá de que hay que separar los escenarios, mantuvo. Por su parte, María Solana, portavoz de Geroa Bai, recordó la separación de poderes, defendido que la misma permite "ahondar en aspectos importantes desde una perspectiva diferente" y añadió que, "como representantes de la sociedad", los parlamentarios deben saber "qué se está haciendo, cómo o en qué plazos".