Ainhoa Aznárez confía en que su experiencia y trabajo dentro de Podemos le sirvan para convertirse el 19 de marzo en la próxima coordinadora autonómica del partido. "Mucha gente me ha animado a dar este paso", cuenta la parlamentaria de la formación morada, que en los últimos años se ha pateado la Comunidad Foral en defensa de este proyecto político. "Me he recorrido Navarra de un lado a otro", destaca acerca de su actividad por cimentar las bases del partido. De hecho, mo puede contener la emoción cuando rememora algunos de los episodios de la corta pero intensa vida de Podemos esta mujer feminista convencida, nacida el 4 de agosto de 1970 - "el mismo día que Obama y Zapatero", dice- , educadora infantil y con un postgrado en Resolución de Conflictos, Derechos Humanos y Paz. Parlamentaria desde 2015, fue concejal en Pamplona con el PSN (2003-07).

¿Por qué se presenta? ¿Qué puede aportar?

Me presento porque he recibido muchos apoyos que me han hecho dar el paso. Durante seis años me he recorrido los pueblos de Navarra, he acompañado a los concejales y concejalas de Podemos en su quehacer diario. Ahora quiero intentar colaborar desde el Parlamento y seguir engarzando la labor parlamentaria con los municipios y la gente que tenemos en las calles, que también nos nutre de iniciativa. Hay mucho trabajo para seguir ensanchando el compromiso que tenemos desde hace siete años.

Si ha dado este paso es porque piensa ganar. Nadie se presenta para perder.

Vas viendo los apoyos, la gente que se está movilizando te hace ver un horizonte de que puedes ser la próxima coordinadora de Podemos. Pero eso no es lo importante. Lo primordial va a ser cómo vamos a confluir después las personas que nos hemos presentado a la dirección del partido. Tener altura política, mirada amplia desde un feminismo transformador sabiendo que en 2023 Podemos tiene que ser la barrera democrática para que la derecha y la ultraderecha sigan en la oposición.

Al final va a haber tres candidaturas. Sorprende que Neniques Roldán, quien fue su jefa de gabinete la pasada legislatura, no le acompañe en su lista. ¿Ha intentado confluir con ella?

En Podemos no hay ningún impedimento para presentarse. Cuantas más propuesta haya y las podamos luego converger, mejor, porque todo suma. Eso nos hará más fuertes. En Navarra hemos brindado nuestros apoyos para formar gobiernos alternativos a la derecha. Es necesario seguir reforzando nuestro espacio como Podemos y profundizar en el último mandato de la asamblea ciudadana, que nos decía que tenemos que seguir sumando con las fuerzas hermanas y en eso estamos trabajando con el horizonte de 2023.

Habla de la confluencia interna. Una de las candidatas, Begoña Alfaro, no es partidaria de ello, sino de renovar el partido.

Begoña ha trabajado con nosotros y es un amor de mujer. He trabajado con ella en desahucios y la conozco perfectamente, pero se equivoca. Estamos para sumar, no para restar. No podemos dejar fuera a nadie de los que llevan siete años poniendo todo su empeño en este proyecto.

Quien gane estas primarias tiene el deber de revitalizar a un partido que pasó de tener 46.207 votos y siete parlamentarios en 2015 a quedarse en 16.518 y dos parlamentarios. No parece un reto sencillo.

-No es nada fácil. Por ello, no debemos dejar atrás a nadie que arrancó con Podemos. Todos somos más que necesarios. Debemos tener altura política y capacidad de conciliar las tres candidaturas. En definitiva, las tres participamos de un mismo proyecto político. Lo que ahora estamos determinando es cómo funcionamos. Nuestra candidatura apuesta por simplificar procesos para que la gente no se queme en cada proceso participativo. La política necesita muchas veces de respuestas inmediatas y eso se consigue agilizando organización interna, ensanchando la capacidad decisoria de los territorios, etc. Me he recorrido Navarra de un lado a otro y ahora recojo lo sembrado.

Usted conoció de cerca la convulsa legislatura que vivió Podemos entre 2015-19. ¿Se siente de algún modo responsable de lo sucedido? ¿Teme que le pueda lastrar en estas primarias?

No tiene nada que ver lo que una parte del grupo parlamentario decidió hacer de forma unilateral. Cuando no se respeta la disciplina interna, el partido se protege con los mecanismos que nos hemos dotado. Yo me mantuve siempre con el compromiso político que me presenté. Mi función fue hacer un Parlamento mucho más activo y abierto del que teníamos. en cuanto a transparencia y participación. Y ahora, gracias a Podemos, la gente tiene capacidad de incidir en el Parlamento. Por eso no tengo ningún temor a sufrir un castigo por haber estado en una situación de enfrentamiento interno.

¿Es partidaria de que Podemos siga dentro del Gobierno de Navarra?

Ni siquiera es una cuestión de la nueva coordinación. Esto se llevó a consulta, como todas las decisiones importantes de Podemos, y tuvo una respuesta mayoritaria. Es la primera vez que el Gobierno tiene una dirección general de políticas migratorias. Tenemos que dar respuesta a las 106.000 personas que han venido de otros países a convivir con nosotras e intentar enganzar cómo convivimos nosotras con ellas. Somos todas navarras. Hay mucho trabajo que hacer en convivencia, en no crear odios, ni desigualdades y ahí la directora general lo está haciendo fenomenal. Y en Justicia, tenemos otra manera de verla, más restaurativa, menos punitiva y más conciliadora.

¿Podemos se siente cómodo dentro del Gobierno?

Los gobiernos de coalición no son fáciles, pero hay que trabajar los desacuerdos y ser capaz de darles una salida. Viene bien para cambiar la mirada cerrada de los partidos. Además, tenemos un acuerdo de legislatura muy ambicioso, aunque no vamos a poder desarrollarlo entero porque la pandemia ha cambiado las prioridades.

En las elecciones forales de 2019, tanto Podemos como Izquierda-Ezkerra tuvieron un mal resultado. Por lo que ha comentado, es partidaria de una confluencia electoral.

Totalmente. Ese espacio hay que ganarlo. Pamplona se ha quedado sin representación, pero ese espacio está ahí. Nuestra gente está deseando recuperarlo. Ya tenemos una Unidas Podemos en el Estado que se votó por mayoría y tenemos acuerdos similares en muchos municipios.

Es partidaria de una confluencia estratégica o electoral?

Esto es estratégico. Se ha visto que otras fuerzas también ven que debemos encontrarnos. Ahora mismo entre Batzarre, IUN y Podemos se está haciendo un trabajo interesante por ejemplo con el 0-3 años.

Por lo tanto, si gana estas primarias, uno de sus cometidos va a ser hablar con IUN y Batzarre.

Ya estamos llamándonos. Aprendimos que hay que ensanchar ese espacio, que además nadie lo ocupa si no lo ocupamos nosotros. Hay mucha gente que nos ha reprochado no haber llegado a acuerdos en 2019 que las bases lo pedían. No tenemos tantas diferencias. En lo ideológico estamos muy cercanas y hay que seguir trabajando para que no ocurra lo mismo en 2023. Hay que insitir en ello.

Aunque faltan casi dos años para las elecciones, ¿si gana las primarias, será la candidata?

Eso ocurre en otros partidos. En Podemos no. Tenemos un consejo ciudadano que será quien determine las listas y que habrá que consultar después a la asamblea ciudadana.

No tiene Podemos buena experiencia de la bicefalia entre Laura Pérez y Eduardo Santos. ¿No es más natural que el líder sea el candidato y portavoz?

En política hay que saber delegar. Es super importante. No solo es primordial quién lidera. Yo soy de trabajar en equipo y de tomar decisiones colectivas.

Si se presenta en 2023, serían ya tres legislaturas en el Parlamento, algo que no concuerda con el código inicial de Podemos.

Es verdad, pero en Vis

talegre III se decidió que podemos estar tres legislaturas, pero no voy a decidir eso ahora, sino que estaré a disposición del partido.