- Un nutrido grupo de diputados de ERC, JxCat, CUP, PSC y comunes abandonaron el auditorio del Parlament cuando el líder de Vox en la Cámara catalana, Ignacio Garriga, tomó la palabra. Todos ellos son miembros de los mismos cinco partidos que hace unas semanas firmaron un decálogo para aislar a la extrema derecha en el Parlament. Por parte de estas formaciones, en la sala solo se quedaron Aragonès y los líderes de PSC y Junts, Salvador Illa y Albert Batet. El único grupo que se ausentó completamente fue la CUP, tras dejar unos carteles con "nombres de víctimas del fascismo" en sus asientos.

Por su parte, la presidenta de la Cámara, Laura Borràs, reprochó el discurso "de odio" lanzado por el dirigente de la ultraderecha, mientras que Aragonés leyó fragmentos del libro Contra el odio, de la periodista y filósofa alemana Carloin Emcke. El diputado de ERC Josep Maria Jove también hizo reposar en su asiento el cartel de la Guerra Civil Aplastemos al fascismo. "A Vox -que sacó 11 escaños en las urnas- no se le puede regalar espacios libremente sin confrontarlos, ni tampoco normalizarlo", consideraron los diputados que optaron por marcharse con el objetivo de poner de manifiesta su "estrategia antifascista".