- Los Verdes alemanes lanzaron a su líder, Annalena Baerbock, hacía la Cancillería, determinados a marcar un nuevo hito en la política de la primera potencia europea y con los conservadores de Angela Merkel enzarzados en sus peleas internas.

El menú no podía ser más favorecedor para esta formación ecologista, que ha dejado atrás sus revueltas internas y acude cohesionada: una combativa Baerbock, de 40 años, a la que el copresidente del partido, Robert Habeck, presenta como ganadora del armónico pulso interno.

El rostro sonriente de Baerbock junto a Habeck era el contraste perfecto, desde la perspectiva de los Verdes, frente a la lucha abierta entre el centrista Armin Laschet y el derechista Markus Söder, los dos aspirantes a liderar a los conservadores.

La negociación nocturna, el domingo, entre Söder y Laschet no resolvió el pulso por suceder a Merkel, expirado el plazo que se habían marcado para resolverlo por consenso.

"Luchamos por la Cancillería", afirmó Habeck al anunciar la decisión a favor de su compañera en la presidencia colegiada del partido, a la que ambos llegaron en 2018. Baerbock deberá someterse a la ratificación de su partido en el congreso de junio.

"Vamos a hacer una oferta al país. Una oferta para un nuevo comienzo en este país rico, pero que debe ser más justo, más ecológico", apuntaba Baerbock. Alemania necesita "un nuevo comienzo", no solo "un poco de ecologismo en el programa", añadió, en alusión a que todos los partidos incluyeron ya algún que otro punto medioambiental, pero solo para los Verdes es una señal de identidad.

Baerbock, sin experiencia de gobierno, ni siquiera regional, quiere impulsar ese nuevo comienzo, en una formación a la que sitúan los sondeos en el segundo puesto en intención de voto tras el bloque conservador.

Los Verdes hasta ahora solo integraron gobiernos federales como socios menores del socialdemócrata Gerhard Schröder (1998-2005). Tienen muchas posibilidades de estar, sí o sí, en el siguiente Ejecutivo, como aliados de un Ejecutivo liderado por los conservadores, alianza inédita a escala federal; o en su jefatura, con un tripartito con socialdemócratas y liberales.

"Socialdemócratas y Verdes deben volver a cooperar en un Gobierno federal tras 16 años. Nos alegrará estar en campaña por decidir quién lo lidera", escribía en Twitter el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, candidato del Partido Socialdemócrata. El SPD, socio en tres de las cuatro legislaturas de Merkel, es tercero en intención de voto. Scholz aspira a recuperar posiciones, apuntalado en su experiencia de gobierno y una condición de centrista que le da aire de continuismo respecto a la canciller.

Las expectativas de voto que presentan los sondeos no son consolidadas. Si gana el pulso por la candidatura el centrista Laschet, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), es menos probable que los Verdes ganen espacio entre el electorado moderado y conservador. Si lo hace el de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), el polarizador y derechista Söder, los conservadores pueden recuperar electorado ahora de la ultraderecha, pero a costa de perder el centro.

Congreso, 12 y 13 de junio. La candidata designada, Annalena Baerbock, deberá ser ratificada por el Congreso de los Verdes, que se celebrará entre el 12 y el 13 de junio.

Elecciones, 26 de septiembre. Las elecciones que definirán quién sucede al frente de la Cancillería alemana a la conservadora Angela Merkel (Unión Cristoanodemócrata, CDU) se celebrarán el 26 de septiembre