El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, pidió ayer a la Unión Europea (UE) que lidere el debate en torno al acceso igualitario a las vacunas y no sólo apoyando la propuesta del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre la suspensión de patentes, sino siendo aún más ambiciosos.

“La mayor desigualdad ahora en el mundo es el acceso a las vacunas”, afirmó Sánchez en su intervención en uno de los tres paneles de trabajo en los que se divide la cumbre social de la Unión Europea en Oporto.

Ante el resto de líderes comunitarios, Sánchez defendió la iniciativa que su Gobierno planteó la víspera de esta cumbre para ir más lejos que la propuesta de Biden sobre la suspensión de las patentes de vacunas.

España pide más ambición y plantea que se acelere también el proceso de transición de la tecnología y del conocimiento sobre las vacunas al conjunto de los países del mundo. Junto a ello, propone reforzar la capacidad de fabricación de vacunas y lograr una distribución más rápida de las mismas.

Sánchez dio la bienvenida al planteamiento de Biden, pero cree que ahora Europa debe dar pasos para liderar este debate. En ese sentido, recalcó su respaldo a la posición de la Comisión Europea y de su presidenta, Ursula von der Layen, que se mostró dispuesta a debatir esa propuesta.

Sin embargo, a corto plazo, Von der Layen llamó a todos los países productores de vacunas a que permitan la exportación de inmediato y eviten medidas que interrumpan las cadenas de suministro.

Los líderes europeos reunidos en de Oporto aprovecharon ayer las primeras horas de la cumbre para avanzar en el respaldo a la declaración que dibuja las bases del modelo social para esta década.

Las discrepancias antes de este tipo de citas internacionales sobre los términos del texto final son habituales y, según fuentes europeas consultadas por Efe, en la cita portuguesa no impedirán cerrar un acuerdo.

El objetivo es conseguir unanimidad en la declaración de respaldo al plan de acción que desarrolla el ambicioso Pilar Europeo de Derechos Sociales, 20 propuestas para reducir el paro y la brecha de la desigualdad, mejorar la formación y garantizar la protección social. Para lograrlo es necesario un compromiso común, aunque las políticas sociales responden al ámbito nacional, no a la esfera de las instituciones europeas.

No obstante, refrendar las metas del Pilar Social abre la puerta a la UE a revisar los objetivos sociales periódicamente, en el marco del llamado Semestre Europeo. Y este ha sido uno de los motivos de fricción previos a la cita de Oporto.

Países como España y Bélgica propusieron a la UE un marco de seguimiento de los indicadores sociales. Sostienen que el Pilar debe convertirse en un instrumento para “equilibrar las políticas económicas y el mercado único con una estrategia de crecimiento más social y sostenible”. Una propuesta que Pedro Sánchez planteó ayer a sus socios comunitarios, subrayando que la recuperación tras la pandemia debe ser verde, digital y social, sin dejar a nadie atrás.

Una postura muy diferente a la expresada hace unas semanas por once países del bloque (Finlandia, Dinamarca, Suecia, Estonia, Letonia, Lituania, Bulgaria, Austria, Irlanda, Malta y Países Bajos), que reivindican las competencias nacionales sobre las políticas sociales en una declaración oficiosa, los llamados non papers europeos.

Faltaron 3 de los 27. Estuvieron presencialmente 24 líderes europeos, todos menos Angela Merkel (Alemania), Mark Rutte (Países Bajos) y Robert Abela (Malta)

Termina mañana. Se espera que la cumbre acabe mañana con la aprobación del plan de acción.